Un 23% de los jóvenes checos siente antipatía por los judíos, un 75% por los gitanos
Un sondeo revela que a pesar de los programas de educación para la tolerancia, los jóvenes checos comparten los prejuicios hacia las minorías de sus mayores, sobre todo contra gitanos y judíos.
Solo en la franja de edad entre 30 y 44 años esta visión negativa es aún mayor, del 81% de los encuestados. La responsable del sondeo, Karina Hoření, resume así el resultado.
“La sociedad checa sigue expresando una gran antipatía hacia los gitanos, y pocas cosas tienen influencia sobre este hecho: ni el nivel educativo ni la satisfacción con la propia vida. Sin embargo en los prejuicios contra los judíos la educación sí juega un papel”.
Hasta un 24% de los checos de entre 15 y 29 años, es decir, la generación más joven, confesó sentir antipatía por los judíos. Los checos de otras edades tienen menos prejuicios negativos contra esta etnia y la aversión se sitúa por debajo del 20%, en el caso de la generación de entre 30 y 44 años, en solo un 15%.
El estudio tuvo como objetivo comprobar si los programas de educación para la tolerancia, puestos en marcha en los años 90, funcionan y sensibilizan a los jóvenes checos sobre los problemas de las minorías. El resultado indica que el efecto de estos esfuerzos educativos ha sido nulo.La encuesta tendrá que llevar al Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios a un replanteamiento de su programa formativo en las escuelas, posiblemente, según indican sus funcionarios, reduciendo la cantidad de centros implicados pero aumentando su intensidad.
El prejuicio más extendido hacia los gitanos en Chequia es que se niegan a trabajar, tienen muchos hijos, y reciben así prestaciones sociales de forma injusta. La inmensa mayoría de los gitanos checos llegaron de Eslovaquia tras la Segunda Guerra Mundial, los gitanos checos originales fueron prácticamente exterminados por los nazis. Esto le da a la etnia romaní un carácter de inmigrante, lo que junto a su cultura y costumbres distintas y su número (unos 300.000), los hace mucho más visibles socialmente que, por ejemplo los judíos.
Los judíos checos, dramáticamente mermados por el Holocausto, suman actualmente unas 20.000 personas, según las estimaciones, y su nivel de asimilación es muy alto, de modo que la mayor parte de ellos son indistinguibles de cualquier otro checo.