Testimonio sobre la ocupación soviética del cineasta Milan Kazda
El director de cine, Milan Kazda, es una de las víctimas del aplastamiento del intento reformista conocido como "Primavera de Praga", en 1968. En los años 70, el régimen comunista le prohibió todo tipo de actividades fílmicas por rodar un documental sobre la ocupación de la ciudad de Pilsen, en Bohemia Occidental, por las tropas soviéticas.
El emotivo documental "Balada de un nene" pone en contraste las imágenes de los tanques y de los armados soldados soviéticos con los juegos despreocupados de los niños en una escuela materna. El personaje central es entre ellos el hijo del cineasta, René, actualmente de 41 años.
El rodaje del documental no fue fácil y sus autores corrieron muchos riesgos. El equipo fílmico estuvo ubicado cerca del edificio de la Radiodifusión Checa en Pilsen, que se convirtió en centro de resistencia de los ciudadanos contra la ocupación armada.
Milan Kazda recuerda que el 23 de agosto de 1968 los soldados soviéticos irrumpieron en los estudios fílmicos en Pilsen.
"Fueron unos momentos realmente horrorosos. Imagínense que por poco me fusiló el comandante embriagado del grupo de soldados soviéticos porque rechacé su propuesta de brindar con él por la "amistad eterna".
En los años 70, Milan Kazda fue juzgado por el régimen comunista porque su documental supuestamente "atacaba de manera ofensiva la ayuda fraternal de las tropas soviéticas dislocadas en el territorio del país que garantizaban el desarrollo socialista de Checoslovaquia". Resulta un tanto paradójico que de la cárcel salvó a Milan Kazda un documental que sobre su personalidad y excelente labor fílmica rodó unos años antes la televisión soviética.
No obstante, a Milan Kazda le fue prohibido trabajar en la esfera del cine, de manera que volvió a tomar la cámara fílmica recién después de 20 años, al rodar en los años 90 el documental "Thank you boys" sobre la liberación de Pilsen de los nazis por las tropas norteamericanas.
En esa época apareció también milagrosamente la "Balada de un nene", que después de la ocupación soviética desapareció en las profundidades de las cajas fuertes de la entonces policía secreta.
"Por milagro se salvó no solo este documental, sino la colección de todas mis películas anteriores. Durante 20 años estuve convencido de que fueron todas liquidadas. Fue como si me hubiera encontrado después de muchos años con mis hijos", dijo el director de cine, Milan Kazda.