Svatopluk Havelka, autor de bandas sonoras y de un homenaje al Bosco
La música clásica y las bandas sonoras para películas situaron a Svatopluk Havelka entre los grandes compositores checos de finales del siglo XX. Marcó un estilo en el que se mezclaron canciones del folklore checo y moravo con corales. La música de Havelka para varias películas se convirtió en un punto de referencia para varias generaciones de checos.
A partir de ese momento, y durante los siguientes 20 años, las sinfonías y las sinfonías-corales se convirtieron en su principal pasión. La melodía del folklore moravo marcó su obra temprana, como queda patente en su cantata ‘Elogio a la Luz’ (Chvála světla) inspirada en la letra de un poema de S.K Neuman.
Sus composiciones se ven marcadas por la creación musical de los años 60. Havelka empieza a experimentar e introduce nuevos elementos en sus obras. De esta nueva etapa podemos mencionar el Poema Sinfónico Espuma (Symfonická báseñ, Pěna).
De manera paralela se da una fructífera producción para la gran pantalla. La película del director checo Vojtěch Jasný ‘Un día, un gato: La historia que nunca ocurrió‘ obtiene el Premio del Jurado de Cannes en 1963.
Se trata de una película taquillera a nivel nacional e internacional, en la que destaca la música de Havelka.
Otra película marcada con el sello de la música de Havelka es ‘El Final del Agente W4C’ una parodia a las películas de James Bond, dirigida en 1967 por Václav Vorlíček.
Tres años después otra película taquillera ‘Señor, usted es viuda’ demuestra que el dúo Vorlíček-Havelka ha dado en el clavo. La trama de la comedia, la imagen y la música se convierten en sinónimo de éxito garantizado.El alma del artista Havelka atraviesa momentos difíciles y en su obra se aprecian momentos de inquietud, de meditación. Las bandas sonoras siguen cosechando éxitos, pero la composición de obras de música clásica se vuelve más profunda, como podemos apreciar en Homenaje a Jerónimo Bosch.
La obra de Svatopluk Havelka llegó a un público muy amplio. Llenó salas de concierto, donde deleitó con sus sinfonías, impactó con sus corales de música sacra y oratorios, y alegró con las bandas sonoras de grandes comedias y películas checas.
Fue limitado por el régimen comunista que le impidió impartir clases. Eso lo convirtió en uno de los profesores de composición más buscados del país. Después de la derrota del régimen en 1989 fue nombrado profesor de composición en el Conservatorio de Praga.