Se reabre el proyecto del canal Danubio-Óder-Elba

Foto: Jaroslav Kubec, Creative Commons, 3.0 Unported

El Gobierno checo ha reabierto el proyecto de comunicar las cuencas de los ríos Danubio, Óder y Elba y establecer así un corredor fluvial que comunicaría el mar Negro y el Báltico. El canal, que daría a Chequia nuevas salidas al mar, sería realidad gracias a fondos europeos.

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La conexión del Elba, el Óder y el Danubio ampliaría a las empresas checas las posibilidades de exportar sus productos por vía marítima, tanto a través del Óder, que atraviesa Polonia para dar en el Báltico, como por el Danubio, que desemboca en el Mar Negro. El transporte fluvial es más barato que el terrestre, y al mismo tiempo, menos contaminante.

El punto que serviría de encrucijada para los tres cauces sería la región de Olomouc, en Moravia, gracias al uso que se daría a los ríos Morava y Bečva. Esta posición supondría para la zona un impulso económico, además de otras ventajas, según el director de Vías Fluviales, Jan Skalický.

“El proyecto Danubio-Óder-Elba tiene una gran importancia para la región de Olomouc, ya que es justo aquí donde se unen sus ramificaciones. Tendrá consecuencias muy positivas tanto para la prevención de inundaciones como para el mantenimiento de las aguas en la zona”, aseguró.

La construcción de un canal que comunicara los ríos Danubio, Óder y Elba era una idea de la que se hablaba ya en 1653 y que intentó materializarse varias veces: la primera durante el Imperio Austrohúngaro, en 1901, y más tarde, en los años 30, a iniciativa del magnate Tomáš Baťa. La última vez, en 2005, el Ministerio de Medio Ambiente acabó tumbando el proyecto.

En todos los casos faltó suficiente presupuesto o la necesaria voluntad política. Sin embargo ahora parece que ambos factores comienzan a confluir. El nuevo presidente checo, Miloš Zeman, se muestra decididamente a favor del corredor fluvial y está dispuesto a hacer todo lo posible para respaldarlo, como declaró en febrero. Por otro lado, la Unión Europea podría financiar hasta un 85% de los 8.000 millones de euros que se calcula que costarían las obras.

De momento el Ministerio de Transporte ha conseguido una subvención para realizar el necesario estudio de viabilidad, que debería estar listo para este año. Por otro lado, el Gobierno checo también debería realizar consultas al respecto con los países vecinos, cuyas cuencas también se verán afectadas.

Sin embargo no todos comparten el mismo entusiasmo. Los ecologistas denuncian que el canal dañaría toda una serie de lugares con valor ecológico, entre ellos la zona protegida de Poodří, y alteraría además el régimen fluvial del río Óder y de toda su vega.

Algunos ayuntamientos han mostrado también su desconfianza hacia el proyecto, ya que el canal alteraría drásticamente la geografía de los municipios a su paso. Por ejemplo, una parte del término municipal del pueblo de Bouzov acabaría bajo las aguas.

Autor: Carlos Ferrer
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