Reglas más rigurosas en cuanto a la importación de automóviles usados
Cinco mil coronas, es decir, unos 170 euros, pagará al Estado cada persona que importe a la República Checa un automóvil usado. El dinero se utilizaría para la posterior liquidación del vehículo. Ello supone la enmienda a la ley aprobada el viernes pasado por el Senado checo.
El importador contribuirá con dicha suma al fondo estatal de medio ambiente, éste lo repartirá posteriormente entre las empresas liquidadoras de vehículos y los municipios que se ven obligados a liquidar por su propia cuenta los automóviles abandonados.
El ministro del Medio Ambiente, Libor Ambrozek, indicó que el número de carros usados importados a la República Checa crece cada vez más, alcanzando un 50 por ciento de todos los vehículos registrados últimamente en el país. El ministro agregó que una quinta parte de esos automóviles usados importados sirven sólo para repuestos y sus dueños, tras sacar los componentes necesarios, simplemente abandonan el aumtomóvil.
"La implantación de los requisitos supone, sobre todo, la solidaridad con los municipios que se ven obligados a liquidar los automóviles abandonados y tienen que cubrir los gastos de la liquidación de sus presupuestos municipales", indicó el ministro Ambrozek.
La enmienda a la ley está en concordancia con la directriz europea sobre los residuos. La norma europea, no obstante, no estipula la obligación de pagar un requisito por los automóviles importados usados, lo que se convirtió en blanco de la crítica de los senadores opositores.
"El Gobierno nos prometía un futuro sin requisitos de aduana en la UE y ahora el mismo quiere que paguemos por los automóviles importados", objetó, entre otros, Miloslav Pelc del Partido Cívico Democrático.
Para que el proyecto entre en vigor, tiene que ser firmado por el presidente.