Radioviajes visita la ciudad de Bozí Dar
En esta ocasión Radioviajes los lleva a visitar la localidad de Bo¾í Dar, en la cima de las Montañas Metálicas al noroeste de la República Checa.
"Este noble metal, es vuestro pan, es un regalo de Dios" dijo un día el elector de Sajonia Johan Fridrich, cuando durante un recorrido por esta localidad montañosa, en la frontera entre la República Checa y Alemania, los lugareños le ofrecieron reposo en una banca de plata pura. Con el tiempo al lugar se le comenzó a llamar Bozí Dar, que en checo significa Regalo de Dios.
Nos recomendaron que antes de iniciar nuestra excursión visitáramos el centro de información turística de Boøí Dar, ya que en él se encuentra el pequeño museo de la ciudad. Entonces, haciéndole caso a nuestros guías, entramos de inmediato. Ahí pudimos enterarnos que prácticamente toda la ciudad de Bozí Dar fue arrasada en 1808 por un devastador incendio. En el pequeño museo nos enteramos también de que durante los últimos doscientos años, el casco histórico de la ciudad se fue renovando poco a poco hasta que adoptó la apariencia actual. Este no es muy grande, así que desde todas partes es posible observar la iglesia barroca de Santa Ana, con su pila bautismal, y la plaza en estilo renacentista, que es dominada por el bello Ayuntamiento construido en estilo clasicista.
Y ahora, si no les da susto, les proponemos continuar nuestro recorrido por el cementerio. Al ingresar en él nos encontramos inmediatamente ante la tumba del compositor, poeta y cantante alemán Anton Günther. Este suele ser comparado con el cantante checo Karel Ha¹ler, que pereciera en 1941 en las cámaras de gas nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Otra de las destacadas personalidades que guardan relación con la ciudad de Bozí Dar es el escritor griego Nikos Kazantzakis, que viviera entre 1929 y 1931 en el caserío de Myslivna, cercano a esta ciudad.
Luego de este breve recorrido decidimos dirigirnos hacia las afueras de la ciudad, donde se encuentra la reserva natural La Turbera de Bozí Dar, nombre que recibe por la gruesa capa de turba que en algunos lugares alcanza casi los cuatro metros. Ahí pudimos hacer un recorrido por las orillas del canal de Blatná, una de las obras hidráulicas más importantes de este país, que data del año 1540 y que servía para abastecer de agua a las minas en los alrededores de la localidad de Horní Blatná.
La ciudad de Bozí Dar tiene en la actualidad cerca de 150 habitantes permanentes, aunque con su gran infraestructura se impone a muchas otras sedes históricas del país. Está situada a 1028 metros sobre el nivel del mar. Sólo que todo aquí es pequeño: la escuela en pequeña, el correo es pequeño... pero, precisamente con respecto a la oficina postal de Bozí Dar surge un hecho curioso: se trata del correo a mayor altura en toda la República Checa. Otro dato curioso es que durante las Navidades el correo local suele recibir decenas de miles de cartas, ya que en esas fechas los niños checos escriben sus pedidos navideños al niño Jesús... debemos explicar que en la República Checa es el niño Jesús el que trae los regalos de Navidad. Según nos dijeron los funcionarios del correo de Bozí Dar, para esas fechas reciben cartas provenientes de todos los rincones del país.
Los habitantes locales son conscientes de que la prosperidad de Bozní Dar se basa en la industria del turismo. Bozí Dar, así como toda la región de las Montañas Metálicas, es visitada al año por miles de turistas checos y extranjeros, ya que es famosa por sus estaciones de invierno. En la región hay varios centros de esquí entre los que podemos destacar, además del mencionado Bozí Dar, los centros de Nové Hamry y Bublava. No en vano esta localidad ha recibido el apodo de La Escandinavia checa. Debe ser además por su clima agreste, de fuertes vientos e intensas nevadas durante los fríos meses de invierno.
Como nos comentara uno de los tantos lugareños que nos salió al paso, en Bozí Dar están acostumbrados también a las grandes competiciones deportivas. Por ejemplo, una vez al año se celebra aquí la Carrera de Carlos en esquí de fondo, en el que cientos de competidores de todo el país acuden para mostrar sus habilidades. También son muy populares las competiciones de descenso en bicicletas de montaña, que se celebran cada año los días 18 y 19 de agosto, es decir, dentro de pocos días más.
Por ello es también muy comprensible la gran importancia que atribuyen las autoridades de la región a la ecología. Un claro ejemplo es el aprovechamiento de la energía eólica que hemos comprobado divisando a lo lejos un potente aerogenerador. Además, los habitantes de esta ciudad utilizan para calentar sus casas también colectores solares y bombas térmicas. También su depuradora de agua refleja las preocupaciones ecológicas de la municipalidad de Bozí Dar.
Bozí Dar fue una ciudad principalmente minera. Hace mucho tiempo que no se extrae ni la plata, ni el estaño, ni el zinc como antaño, sin embargo, "un verdadero regalo de Dios" para el visitante pueden resultar sus famosos pasteles de arándano... y su exquisito pan. La panadería de la ciudad se encuentra frente al museo y a través de sus ventanas se puede observar como el panadero hornea sus deliciosos bollos de todas formas, que en breve saldrán del horno humeantes y listos para que ser probados...