Prioridad de la RCh: Tener un representante en la Comisión Europea

Conferencia Intergubernamental sobre la Constitución Europea, Roma, foto: CTK

Cada país miembro de la Unión Europea debe tener su representante en la Comisión Europea. Esta es la prioridad que el Primer Ministro checo, Vladimír Spidla, presentó en la Conferencia Intergubernamental sobre la Constitución Europea, inaugurada el sábado pasado en Roma.

Primer ministro checo,  Vladimir Spidla y Silvio Berlusconi,  foto: CTK
Más importante que la fecha en la que será aprobada la Euroconstitución es la calidad de ésta, destacó el Primer Ministro checo, Vladimír Spidla, en la apertura de la Conferencia Intergubernamental de la Unión Europea en Roma. Spidla recordó que la República Checa no mantiene en las negociaciones una postura aislada.

"Entramos en la Unión Europea para fortalecer la posición de la República Checa y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Estos son los dos objetivos que perseguiremos sistématicamente en la Conferencia Intergubernamental", subrayó Spidla.

El ministro de RR. EE., Cyril Svoboda, hizo hincapié en que el texto final de la Euroconstitución debe ser ratificable en la República Checa y en los otros 24 países de la Unión Europea.

Conferencia Intergubernamental sobre la Constitución Europea,  Roma,  foto: CTK
"Me imagino la solución final de la siguiente manera: cada uno se llevará a su país un hueso y tendrá en él un trozo de jamón. Supongo que lo que logramos será beneficioso también para la República Checa", expresó Svoboda.

"Se trata de una obra común, de toda la Unión Europea y no de una lucha individual", enfatizó el ministro de RR. EE., Cyril Svoboda.

La República Checa insiste en que cada uno de los países de la Eunión Europea debe tener un comisario de pleno derecho en la Comisión Europea también después del año 2006.

Por otra parte, reconoció la propuesta de modificar la ponderación de votos en el Consejo Europeo estipulado en Niza, postura apoyada por los países grandes de la Unión Europea, tales como Alemania, y rechazada por los países medianos como España y Polonia. "Hay que hacer reales las relaciones dentro de la Unión", indicó el ministro Svoboda, refiriéndose a la necesidad de adaptar el sistema de voto al número de habitantes y el tamaño de cada uno de los países.