Praga tendrá una nueva espectacular sala de conciertos a orillas del río Moldava
El estudio danés Bjarke Ingels Group (BIG) construirá "La Filarmónica del Moldava” en el barrio de Holešovice. El edificio también funcionará como centro cultural.
Tras años de negociaciones y diversos proyectos, la ciudad de Praga finalmente contará con un nuevo edificio para la Orquesta Filarmónica Checa. El proyecto quedó en manos del estudio danés Bjarke Ingels Group, que además planea hacer funcionar en el edificio un centro cultural.
El proyecto del estudio, que fue elegido tras imponerse en el Concurso Internacional de Arquitectura, eligió el barrio de Holešovice para edificar la nueva sala de conciertos. La iniciativa contempla generar un impacto positivo en el barrio, antiguamente industrial, además de otorgar a la ciudad una construcción moderna para alojar a la Orquesta Filarmónica Checa así como a la Orquesta Filarmónica de Praga (FOK). Se estima que la obra debería finalizarse en el 2032.
En declaraciones a la Radio Checa, el arquitecto Martin Krupauer explicó la decisión de construir la nueva obra en este punto de la ciudad.
“Es un lugar excepcional y a la vez infernal. Pero en el extranjero, los edificios importantes de la arquitectura moderna a menudo se colocan en lugares como este. Tendremos que lidiar con todas las limitaciones técnicas imaginables, pero, al mismo tiempo, este terreno es el último disponible a orillas del Moldava que es adecuado para la construcción de un gran centro cultural. Como ya hemos visto en ciudades como Hamburgo, así como en Noruega o Dinamarca, la construcción de un edificio así fomentará la remodelación de un lugar abandonado de Praga en un espacio público.”
El edificio contará con varias plantas, terrazas, cafeterías y restaurantes. La Filarmónica del Moldava tendrá tres salas y la mayor tendrá capacidad para 1800 espectadores. Sus condiciones únicas permitirán ofrecer un programa sin precedentes en Praga, dado que las históricas salas de conciertos de la capital ya no logran hacer frente a las necesidades contemporáneas, en cuanto a condiciones técnicas y capacidad de recepción de público.
El director musical de la Orquesta de Cámara de Praga, la Filarmónica de Praga (PKF), Emmanuel Villaume, comentó en diálogo con Radio Praga Internacional los desafíos que deberá enfrentar el proyecto.
“Nuestra orquesta toca la mayoría de los conciertos de temporada en el Rudolfinum, que es una de las salas más bellas del mundo. Hay una relación ideal entre el escenario y la sala, una acústica generosa pero honesta. También tenemos el placer de tocar en la sala Smetana. Es una sala más grande, con una acústica más reverberante. Es delicado, esto obliga a ser muy selectivo con el repertorio. En definitiva, sería bueno tener una nueva sede de conciertos en Praga. Pero no será algo sencillo, porque la acústica es fundamental en las salas de conciertos. Al contrario de lo que los especialistas en acústica quieren hacernos creer, la acústica no es una ciencia, es un arte. Es decir que algunos datos son medibles, pero también es cuestión de ajuste, gusto, sentimiento, resonancia y afecto”.
Para Villaume, las salas de conciertos modernas han pecado de tecnicidad y alerta sobre este detalle, que deberán tener en cuenta los arquitectos.
“Personalmente, encuentro que, en general, todas las salas de conciertos modernas del mundo se han construido de acuerdo con principios acústicos demasiado restrictivos. Pero la Orquesta Filarmónica Checa, sin duda, estaría muy feliz de tener una nueva sala. El aspecto urbano, social y humano también es importante: se puede crear en algún lugar de la ciudad una sala de conciertos susceptible de atraer a otro público, o bien atraer a un público tradicional del centro de la ciudad a otro barrio. Este aspecto político, en el sentido noble del término, es interesante para una ciudad”.
El costo del proyecto y su realización deberá ser financiada por la ciudad de Praga y el Estado, con la posible participación de inversores privados. El público puede descubrir la futura Filarmónica del Moldava gracias a una exposición al aire libre, abierta del 19 de mayo al 30 de junio cerca de la estación de metro Vltavská.
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