Praga quiere regularizar la prostitución
El Ayuntamiento de Praga propone al Parlamento una ley que regule la actividad de las prostitutas en Chequia, la Policía utiliza las cámaras de las calles y carreteras para acumular datos sobre vehículos e individuos, y el Ministerio de Transportes paga un millón de euros por unos anuncios que no utilizará, son algunos de los temas que ofrece la prensa checa este viernes.
El Ayuntamiento de Praga aprobó el jueves una propuesta que presentarán en el Parlamento para regularizar la prostitución, según aparece en Hospodářské Noviny.
De ser aprobada, las prostitutas tendrían que contar con un permiso de la administración para realizar la actividad, pagar impuestos y seguro y pasar chequeos médicos regulares.
Una propuesta similar llegó en el pasado al hemiciclo, pero los diputados la rechazaron entonces. Solo en Praga hay unos 70 prostíbulos en los que trabajan miles de mujeres.
La Policía Nacional de Praga está guardando millones de fotografías de vehículos y sus conductores por medio de las cámaras que controlan el exceso de velocidad, y lo hacen aunque los autos no infrinjan la ley, publica Lidové Noviny.
Las cámaras registran cada vehículo que circula y se está creando una gigantesca base de datos sobre los movimientos de gente que no ha hecho nada, denuncia en el rotativo el antiguo diputado y experto en la protección de datos personales Oldřich Kužílek. Además, advierte de que un archivo así puede dar pie a abusos.La Policía rechaza que pueda hacer un mal uso de esa información y defiende que son operaciones legítimas para perseguir a individuos sospechosos.
Sin embargo, la portavoz de la Agencia de Protección de Datos Personales, Hana Štěpánková, considera que el registro y seguimiento sistemático vulnera la ley, por lo que quiere llevar a cabo un control de los métodos utilizados por la Policía.
Mladá Fronta Dnes escribe que los anuncios para televisión del Ministerio de Transportes para reducir los accidentes de tráfico no serán finalmente emitidos.
Los spots, rodados por el director Filip Renč, mostraban de forma cruda los resultados de las imprudencias al volante. Por siete de estos anuncios el antiguo ministro de Transportes, Aleš Řebíček, del Partido Cívico Democrático, pagó más de un millón de euros.
Pero en el contrato no figuraba la cesión de los derechos, por los que ahora la agencia pide hasta 160.000 euros más. El director de cine Ondřej Trojan dice que por un millón de euros se puede hacer todo un largometraje y que los derechos tendrían que haber sido otorgados para siempre.
La nueva dirección del Ministerio de Transportes no está dispuesta a pagar más por esos anuncios y serán retirados a fines de año, a pesar del impacto que han tenido y los buenos resultados que está dando la campaña.