Praga insiste en el libre movimiento de mano de obra

Jan Kavan

El libre movimiento de mano de obra en la Unión Europea después de la ampliación de este ente fue uno de los temas tratados en París por los ministros de RR.EE. de Francia y la República Checa. De las conversaciones se desprendió que Francia está a favor de una solución razonable de esta problemática.

Jan Kavan
Para la República Checa resulta políticamente inaceptable la aplicación de un período transitorio de siete años durante el cual estaría prohibido el libre movimiento de mano de obra en la Unión Europea después de su ampliación, tal como lo solicitan Alemania y Austria. La diplomacia checa considera que dicho proyecto carece de fundamento. "Los estudios, elaborados por la República Checa y la Unión Europea no confirman los temores de una migración masiva y Bruselas debería, por lo tanto, hacer diferencias entre los países candidatos", sostuvo el ministro de RR.EE. checo, Jan Kavan.

El jefe de la diplomacia francesa, Hubert Védrin, declaró que su país comprende los temores de algunos países ante la eventual migración masiva de trabajadores de Este, destacando que los quince podrían buscar una solución viable para ambas partes. Sin embargo, Védrin insistió en que el libre movimiento de personas es una de las libertades fundamentales de la Unión Europea. El ministro francés valoró el esfuerzo que la República Checa dedica a los preparativos para su incorporación a las estructuras comunitarias y expresó su convicción de que la República Checa figurará entre los primeros países en adherirse a la Unión Europea. Según Védrin, dicha organización estará preparada para aceptar a los primeros "novatos" a inicios del año 2003.

Con esta fecha cuenta también Praga. Según la diplomacia checa, este país está preparado para finalizar las deliberaciones con la Unión durante la presidencia de España, es decir, en el primer semestre de 2002. El ministro Kavan expresó la esperanza de que en la cumbre de la Unión Europea, a celebrarse en junio en Gotenburgo, se decidirá sobre la participación activa de los países candidatos en la conferencia intergubernamental sobre el futuro de la Unión Europea.