Plagas de parásitos amenazan a la República Checa

Con pasos sigilosos se acerca a la República Checa una catástrofe ecológica. La pueden ocasionar especies de animales traídos al país desde el extranjero. Además, la naturaleza debilitada por lluvias ácidas carece de fuerza suficiente para protegerse y los enemigos naturales faltan.

Los agricultores checos temen perder su cosecha. Babosas, de color naranja y de unos diez centímetros de longitud, provenientes de la Península Ibérica y que llegaron al país junto con cargas de naranjas, son capaces de diezmar los campos dentro de unos pocos días.

Primero engullen flores, y después hortalizas e incluso los cereales. No las amenaza ningún depredador. A las gallinas y los erizos no les gustan por su sabor atípico y la cantidad de baba que producen.

Desde hace varios años los castaños en la República Checa se ven plagados por un lepidóptero casi invisible. La Cameraria Ohridella, de los Balcanes, apareció por primera vez en 1986 en Moravia del Sur, región cuyo clima cálido le permitía proliferar. Mientras tanto logró afectar casi toda la población de los castaños en el país. Los árboles, tan característicos de los parques checos, mueren.

Los botánicos tienen miedo de que el insecto pueda atacar con el tiempo también a otras especies, por ejemplo áceres. La lucha contra esta mariposa de tamaño minúsculo pero de extremo peligro no es fácil. Los expertos utilizan recogedores de insectos con feromones que permiten detectar los parásitos y combatirlos posteriormente con insecticidas. Además recomiendan quemar las hojas caídas de los árboles afectados.

El peligro se divulga por toda Europa, ya ha traspasado las fronteras de Alemania, Francia y Bélgica. Consciente de ello, la Unión Europea otorgó una donación a los científicos del Instituto de Química Orgánica y de Bioquímica de Praga destinada a la investigación de los enemigos naturales de la Cameraria Ohridella, en los Balcanes y en China.