"Patente de Rodolfo II" y culminación de la tolerancia religiosa

Transcurre el siglo XVI. Casi toda Europa se encuentra sumida en conflictos religiosos. El Reino de Bohemia no es ajeno a permanentes enfrentamientos permanentes tanto religiosos como políticos.

Sin embargo, en los Países de la Corona Checa tiene lugar paralelamente una tendencia contraria la que llevaría en 1609 a la firma de la famosa "Patente" del Rey checo y Emperador romano-germánico, Rodolfo II.

A comienzos del siglo XVI la paz social y religiosa en el país se basaba en dos documentos: los compactatos aprobados por el Concilio de Basilea en 1436 y la resolución de la asamblea de los estamentos checos emitida en 1485 en la ciudad checa de Kutná Hora.

Según estos documentos convivían en el Reino Checo dos comunidades religiosas: los católicos y los utraquistas. Esta división no implicaba todavía el modelo de la Reforma y la Cotrarreforma, porque los utraquistas también se consideraban católicos, de los que se diferenciaban sólo en su insistencia en la comunión bajo "dos especies", es decir el cuerpo y la sangre de Jesucristo.

La mayoría de la población checa se identificaba con la confesión utraquista, pero pese a ello dicha comunidad no gozaba de estabilidad, debidoa sus confusas relaciones con Roma, la hostilidad de la Corte Real, la escasez de sacerdotes y su dependencia exagerada de los feudales.

En 1519 el reformador alemán Martin Lutero presentó en Wittenberg sus "Tesis", adhiriéndose al sacerdote checo del siglo XV, Juan Hus, como precursor. Este hecho se reflejó también en el Reino Checo. Los utraquistas checos se dividieron en dos fracciones: "la vieja", fiel a los compactatos y la jurisdicción del papado de Roma, y "la nueva", es decir, los "neoutraquistas" que se identificaron con la tesis luterana sobre la justificación por la fe y el rechazo a la sucesión apostólica. Paradójicamente, la agresividad de los neoutraquistas empujó a los utraquistas originales a aproximarse más firmemente a Roma.

La influencia de la Reforma luterana se difundía en el Reino de Bohemia cuando Fernando I, hermano del Rey de España y Emperador Carlos V, fue elevado en 1526 al trono checo. De esta manera, surgió en la Europa Central un conjunto de tres Estados liderados por un sólo monarca: los Países de la Corona Checa, de Austria y Hungría.

Al mismo tiempo, desde 1556, cuando el emperador Carlos V renunció al trono imperial, retirándose al monasterio extremeño de Yuste, los soberanos de dichos tres Estados centroeuropeos, comenzando con Fernando I, adoptaron automáticamente la corona imperial.

Ese mismo año llegó al país la Compañía de Jesús, y en 1561, después de muchos decenios, en la sede vacante del Arzobispado de Praga fue investido por Roma, Antonín Brus de Mohelnice. Al mismo tiempo, Fernando I logró antes de su muerte en 1564, lo que no habían logrado en el siglo XV ni los ejércitos husitas ni el Rey Jorge de Podebrady: el reconocimiento del cáliz, es decir, la comunión bajo dos especies, por el Papado. Sin embargo, en la Europa Central de entonces ya avanzaba la Reforma alemana y este simbólico hecho perdió su importancia.

Al heredar las insignias reales e imperiales Maxmiliano II, considerado en el marco de la Casa de Austria como un hereje, los estamentos no católicos le obligaron a suspender la vigencia legal de los compactatos, porque su carácter moderado no le convenía a los neoutraquistas luteranos. Por ello, Maxmiliano II aprobó en 1575 la "Confesión Checa" que representaba cierto compromiso entre la tradición reformista checa y el luteranismo. Oficialmente, en el Reino de Bohemia prevalecía nuevamente "la paz religiosa".

Al asumir el trono checo e imperial Rodolfo II, el nuevo monarca prosiguió en la política de su padre y reafirmó la vigencia de la "Confesión Checa" como una de las principales leyes del país. Sin embargo, el rey tenía que enfrentar paulatinamente la hostilidad de su hermano Matías y las ambiciones de la denominada "fracción española" de orientación católica en la Corte Imperial de Praga.

A comienzos del siglo XVII, las amenazas y agresividad de Matías se intensificaron de tal modo que Rodolfo II corría el riesgo de perder el trono. La rebelión de Matías, apoyado por los estamentos austríacos y húngaros, no tenía razones religiosas, sino políticas.

En los momentos más críticos, los estamentos checos de orientación tanto católica como no católica le bridaron su ayuda a Rodolfo II que, presionado por todas las partes, firmó el 9 de julio de 1609 la "Patente Real" que reafirmó la vigencia de la "paz territorial", suscrita en 1485 en Kutná Hora, y de la "Confesión Checa", emitida por su padre Maxmiliano II. "La Patente de Rodolfo" otorgó asimismo otros privilegios a los checos de confesión no católica.

La "Patente" fue el mayor logro de las confesiones no católicas en el Reino de Bohemia. El documento confirmó la libertad de religión en una amplitud que no existía en ningún país europeo de su época. Su vigencia duró hasta 1620, cuando los estamentos protestantes checo-austríacos fueron derrotados por la Liga Católica en la Montaña Blanca.

Autor: Vít Urban
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