Otras 35 personas son condecoradas por su lucha contra el régimen comunista

Foto: ČT

Otros 35 activistas en la lucha contra el régimen comunista checoslovaco fueron condecorados este lunes por el Ministerio de Defensa. Con ellos ya son 515 los opositores reconocidos oficialmente, aunque todavía quedan unos 1.500 expedientes por resolverse. Se trata de una carrera contra el tiempo, ya que muchos de los solicitantes tienen una edad avanzada.

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Bohumil Robeš era en los años 50 miembro de la ilegalizada asociación excursionista de los boy-scouts checoslovacos, y junto con otros compañeros entró a formar parte del grupo de resistencia anticomunista SODAN. En él ejerció de enlace hasta que fue descubierto y arrestado a la edad de 23 años. Así describe Robeš su papel en la organización.

“Teníamos como tarea reunir los nombre de los funcionarios del Partido Comunista que aterrorizaban a la ciudadanía”, explicó.

Robeš fue condenado a cinco años de prisión, aunque finalmente pasó 13 entre rejas, por su negativa a colaborar de cualquier manera y a hablar con los oficiales de policía, incluso llegó a insultar a un alto funcionario del régimen. Ahora su valor a la hora de defender sus ideales se ha visto reconocido, al ser uno de los condecorados este lunes por el ministro de Defensa, Martin Stropnický.

Martin Stropnický,  foto: Kristýna Maková
Entre los homenajeados se encontraba también, por ejemplo Eva Matoušková, que en 1949 entró a formar parte del grupo de resistencia Skřel, que se dedicaba a ocultar gente perseguida por el régimen.

En total durante la ceremonia recibieron el galardón y una compensación de 4.000 euros 35 antiguos activistas que se involucraron activamente en la lucha contra el régimen comunista checoslovaco. Con ellos asciende a 515 el número de personas a las que se les ha otorgado este reconocimiento oficial, de ellos 64 consiguieron el estatus de veteranos de guerra.

Se trata sin embargo de solo una parte de las 4.000 personas que han solicitado esta distinción. De momento se han resuelto más de 1.500 expedientes, de los que unos 800 fueron rechazados. La mayoría sigue por tanto en proceso de estudio.

Una de las prioridades del nuevo gobierno es precisamente acelerar este proceso de decisión y evitar así que muchos solicitantes no lleguen a verse recompensados en vida. De hecho un centenar de procesos ha debido de ser cerrado por el fallecimiento del interesado.

Por este motivo, Stropnický ha puesto al frente de los procedimientos al historiador Eduard Stehlík, que ha agilizado el trabajo, y al mismo tiempo se han reducido las comisiones de seis a tres, pero se han hecho más efectivas. Ahora están formadas por cuatro historiadores, dos abogados y dos administrativos, que se enfrentarán a la ardua tarea de examinar gruesos dosieres, a veces de 40.000 páginas, y juzgar si el interesado es realmente merecedor de reconocimiento público.