Nuevo Centro Cultural Islámico en Brno quiere impulsar el acercamiento
Un nuevo Centro Cultural Islámico ha sido abierto, por el momento a modo de prueba, en la ciudad de Brno. La institución provoca desconfianza entre los habitantes de la zona, que temen que pueda representar un peligro para la seguridad en vista de lo que ocurre en Europa. El administrador insiste no obstante en que su objetivo no es separar, sino acercar a las personas y dar a conocer la cultura islámica.
”Puede venir acá cualquier persona que quiera intercambiar opiniones y obtener más información sobre el islam y la vida de los musulmanes. Al seguir la información sobre lo que ocurre en el mundo y en Europa en relación a las actividades de los radicales islamistas, he llegado a la conclusión de que es necesario acercar a la gente local nuestra opinión sobre esos sucesos. Porque la mayoría de los musulmanes somos personas que queremos vivir en paz y tranquilidad. Esto lo queremos transmitir a los visitantes de este centro, además de tratar de conocernos mutuamente si hay interés, de presentar recíprocamente nuestras costumbres y cultura”.
El Centro Cultural Islámico prevé organizar conferencias y congresos, así como ofrecer clases de árabe para los checos, y de idioma checo para los extranjeros. Al entrar al edificio, ante el visitante se abre un gran salón cubierto de alfombras, con una extensa biblioteca con libros en árabe, entre los que prevalecen textos religiosos, y ricas decoraciones sobre los muebles. Como indica Abdulrahman Adday, este salón es el lugar principal de los encuentros.”Esta habitación la reservamos a las conferencias y encuentros con los ciudadanos. Después de cada conferencia sobre temas diversos ofreceremos a los presentes una comida típica árabe, así como café, té y también algún dulce. Nuestra intención es que los visitantes conozcan al menos de esta forma la vida cotidiana de los musulmanes”.
Entre los invitados a dar una conferencia en el Centro Cultural Islámico de Brno, figura Josef Kraus, profesor de la Universidad Masaryk local, quien hablará en otoño sobre el radicalismo islámico y el pensamiento político islamista.A pesar de que el administrador del centro insiste en que se trata de una institución que busca el entendimiento y respeto común, los vecinos del barrio sienten preocupación por lo que podría provocar su existencia. Para calmar la situación, la Policía instaló en la zona cámaras de seguridad y patrullas policiales realizan controles más frecuentes de la zona.
Mientras tanto en Praga sigue siendo discutida la parodia de invasión del Estado Islámico a la República Checa, organizada el domingo por el activista antiislamista, Martin Konvička y sus seguidores. Konvička rechaza haber asustado con esa actividad a los turistas, e insiste que quiso acentuar el peligro que representan para Europa y el resto del mundo los radicales islamistas.Independientemente de que la mayoría de los políticos y también muchos ciudadanos criticaron el evento, el abogado Marek Antoš, especializado en derecho constitucional, confirmó para la Radiodifusión Checa que la actividad fue legal. De acuerdo al derecho de asociación, los organizadores de semejantes eventos no tienen que pedir permiso, sino sólo anunciar a las autoridades el lugar y la hora de la actividad.