Una expedición a Argentina en busca de cactus: “Si una planta pica o escuece, me interesa”
Tomáš Procházka, experto en cactus y suculentas del Jardín Botánico de la Universidad Carolina, comparte su experiencia sobre una reciente expedición a Argentina, donde llevaron a cabo la búsqueda por nuevas especies y se enfrentaron a los retos que les supusieron las difíciles condiciones del terreno argentino.
El Jardín Botánico de la Universidad Carolina de Praga celebra este año su 250 aniversario, un hito que coincide con la pasión de Tomáš Procházka, experto en cactus y suculentas. En una reciente expedición a Argentina, Procházka exploró el vasto mundo vegetal de la región sudamericana, donde se topó con especies poco conocidas y otras que podrían enriquecer la colección de la famosa botánica praguense.
El viaje fue parte de un proyecto conjunto con la cátedra de botánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Praga, que está investigando la variabilidad genética de diversas especies de plantas de América del Sur mediante la citometría de flujo. Este tipo de estudio tiene como objetivo entender por qué algunas especies tienen un rango de distribución tan extenso, y cómo la variabilidad en el tamaño del genoma de las plantas podría estar influyendo en su evolución.
Procházka se unió a la expedición, que buscaba unos tipos de plantas muy concretas, para investigar especies de cactus y suculentas, para lo cual tuvo que adaptarse a las difíciles condiciones del terreno argentino, que va desde las altas montañas hasta las llanuras heladas. El mismo terreno supuso uno de los mayores retos para el investigador.
“Nos movíamos principalmente en una zona que no es tan rica en cactus. Por ejemplo, el norte de Argentina es mucho más famoso por los cactus, allí hay más especies. Y donde estábamos nosotros, la parte central y el sur, donde ya se extiende la Patagonia, hay menos. Aun así, es muy interesante, porque las especies que hay suelen ser resistentes, ya que esa zona se congela con regularidad, así que encontramos especies que se podrían cultivar al aire libre todo el año en Chequia, si se dan ciertas condiciones”.
A pesar de la menor variedad de cactus en la región central y sur del país, la expedición fue fructífera, ya que además de encontrar y trasladar muestras de esas especies que podrían resistir al clima de Praga, Procházka presenció unas plantas fascinantes que tienen una relación con las ortigas que crecen en República Checa, afirmó el experto.
“Son plantas de la familia de las Loasaceae y son plantas que tienen, y se puede ver a simple vista, las hojas cubiertas de tricomas urticantes, parecidos a los de nuestras ortigas, pero a veces mucho más densos. Pero lo bonito son sus flores, incomparablemente más bellas que las de las ortigas. Son tan intrincadamente ornamentales, que hasta se parecen al origami”.
Por otro lado, Procházka habló de algunos de los retos y describió cómo, a menudo, mientras sus colegas se centraban en otras especies, él buscaba pacientemente los cactus en los rincones menos accesibles.
“Bueno, lo que era un poco difícil era encontrar el tiempo. Mis colegas buscaban esos tipos muy específicos de plantas y yo tenía un campo de interés más amplio, pero especialmente los cactus, así que costaba compaginarlo todo. Una situación típica era que íbamos en el coche, de repente parábamos al lado de la carretera y entre que estás buscando una Azorella o una Berberis, yo estaba ahí tratando de encontrar algún cactus, que a menudo está escondido en algún lugar, como en un arbusto o en una grieta cerca de una roca, tal vez no tan visible de inmediato”.
El Jardín Botánico de la Universidad Carolina, en el cual Tomáš Procházka trabaja y que celebra este año su 250 aniversario, se encuentra cerca de la Plaza de Carlos y supone así un oasis verde en medio de la ciudad.
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