La sombra de Trump y sus aranceles preocupan en Chequia

Donald Trump

La agresiva política arancelaria de EE.UU. inquieta en Europa y también en Praga, con la industria del automóvil como principal afectada y el creciente temor ante una “guerra comercial”.

Ya no parece haber dudas de que la segunda presidencia de Donald Trump promete redefinir por completo la relación entre EEUU y Europa. Más allá de su acercamiento con Vladimir Putin y la “marginación” de la UE en el proceso de paz ucraniano, crece la inquietud ante otras de las  medidas impulsadas por la Casa Blanca en distintos ámbitos.

Marian Jurečka | Foto: René Volfík,  iROZHLAS.cz

En el económico, lo más sonado es la agresiva política arancelaria promovida por un Trump que amenaza con imponer aranceles recíprocos a las importaciones europeas, desatando así un terremoto a este lado del charco entre voces que ya hablan de una potencial “guerra comercial”.

Así sucede en Chequia, donde también existe preocupación e incertidumbre respecto a cómo afectarán al país los propios aranceles, un contexto sobre el que se pronunció el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Marian Jurečka.

En un encuentro con los medios reveló que las cifras del mes de enero arrojaron 320.516 desempleados y una tasa de desempleo del 4,3% en Chequia, aunque lo más destacable sucedió cuando le preguntaorn por el asunto estadounidense.

"Lo que me hace fruncir el ceño ahora son las acciones de Trump y su ejecutivo", dijo el ministro, quien añadió que una posible guerra arancelaria tendría consecuencias muy negativas para el mercado laboral checo.

Sin ir más lejos, uno de los sectores checos señalados es, ni más ni menos, que el de la industria automovilística. Si bien el comercio directo entre Chequia y EE.UU. no es particularmente intenso, muchas empresas checas suministran piezas a la industria automovilística alemana, la cual aparece como la gran damnificada por este nuevo escenario. En definitiva, los expertos explican que en el caso de que la industria alemana sufra, algo similar experimentará también la checa, además de que eso podría afectar a otros sectores como el del acero o el aluminio.

Karel Havlíček | Foto: Michaela Danelová,  Český rozhlas

De igual forma, tanto los analistas como otros nombres de la esfera política coincidieron en que una guerra comercial sería perjudicial para todos y abogaron por evitar una “escalada” que conduzca a ello. El propio Jurečka defendió la vía diplomática para alcanzar un acuerdo, mientras que, desde la oposición, también se pronunció el vicepresidente del movimiento ANO, Karel Havlíček.

"El camino no es ser tacaño y responder con más aranceles, sino tener negociaciones", declaró Havlíček, quien criticó la política “proteccionista” de una UE que, ahora, se debate sobre cómo reaccionar y qué postura adoptar ante un “desafío” estadounidense que ha sacudido al continente.

En clave checa, incluso antiguas figuras de la política como Pavel Mertlík, ex ministro de Finanzas de 1999 a 2001 bajo el gobierno de Miloš Zeman, se pronunciaron ante la magnitud de la controversia generada.

Pavel Mertlík | Foto: Český rozhlas

“Europa debería cooperar con EEUU razonablemente, pero yo enfatizaría ‘razonablemente’, no tiene por qué dejarse chantajear. Si Trump impone aranceles, Europa seguramente tome medidas de represalia”, declaró.

En cuanto a los aranceles, se trata de impuestos que un país impone a la importación de bienes extranjeros. En este caso, EEUU busca establecer aranceles "recíprocos" para igualar así los impuestos que la UE impone a los productos estadounidenses. Trump argumenta que la política comercial actual favorece injustamente a Europa y quiere corregir lo que considera una competencia desleal para así reducir el déficit comercial. y fomentar la producción local.

Sin ir más lejos, en clave automovilística, los aranceles europeos sobre vehículos estadounidenses son del 10%, mientras que EE.UU. aplica solo un 2,5% a los automóviles europeos.