Edna Gómez Ruiz: “El idioma checo abre puertas y portones”
Setenta estudiantes de 30 países asisten estos días a clases de checo en los cursos de la Escuela de Estudios Eslavos de Poděbrady. La mexicana Edna Gómez Ruiz, con estrechos lazos con la ciudad de Lidice, narró a RPI sus experiencias como estudiante de checo y con el país en general.
Estudiantes de las más variadas procedencias y edades se han dado cita en la ciudad de Poděbrady con el fin de aprender checo. Muchos de ellos asisten a los cursos impulsados por vínculos familiares puesto que son descendientes de checos y otros, como en el caso de la mexicana Edna Gómez Ruiz, por una estrecha relación con el país desde hace casi cuatro décadas.
En los cursos de idioma se vive una atmósfera universal
Al referirse a la atmósfera de los cursos, Gómez Ruiz destacó el ambiente completamente cosmopolita del encuentro.
“En esta ocasión somos 70 estudiantes, así que se pueden imaginar la atmósfera universal que tenemos en las clases. El primer día nos presentamos llevando un poco de comida y trajes típicos, canciones o bailes de los diferentes países, fue algo maravilloso”.
Edna Gómez Ruiz había participado antes en cursos de checo en la ciudad de Dobruška, que recuerda con mucho cariño.
“Dobruška representó un enriquecimiento para mi vida, pero Poděbrady lo ha mejorado (dijo en un checo casi perfecto). Diría que me siento como una chiquilla de 20 años”.
La mexicana ha estado asistiendo a los cursos de checo desde los últimos diez años, pero como bien dice se trata de un total de 10 meses de trabajo intenso que han representado algo sumamente importante para su vida, porque “el idioma checo abre puertas y portones”.
El premio Gratias Agit
En 2007, Edna Gómez Ruiz fue galardonada con el premio del Ministerio de RR.EE. checo Gratias Agit, que se entrega a personas que difunden a nivel internacional el buen nombre de la República Checa. Desde hace 39 años, Edna Gómez Ruiz realiza tareas para dar a conocer la tragedia de la ciudad de Lidice.
El 10 de junio de 1942 los nazis arremetieron contra los habitantes de Lidice, un pueblo cercano a Praga. Recibieron órdenes de borrar del mapa aquella localidad para vengar el asesinato del cabecilla del Tercer Reich Reinhard Heydrich.
Mataron a todos los hombres mayores de 15 años, las mujeres y los niños fueron trasladados a campos de concentración, y poco después la mayoría de los niños fueron en un furgón de gas. De 105 niños, solo 17 sobrevivieron.
La “madre adoptiva” de los niños de Lidice
El 30 de agosto de 1942 México anunció que el pueblo San Jerónimo Aculco, en la delegación Magdalena Contreras, cambiaba su nombre a San Jerónimo Lídice para denunciar la barbarie nazi y rendir homenaje a las víctimas de aquella masacre.
Conocida como la “madre adoptiva” de los niños de Lidice, Edna Gómez Ruiz viene realizando actividades en México y en Chequia para impedir que se olvide a las víctimas de aquel atroz acto y evitar que se repita algo semejante.
Este año, al igual que los anteriores, Edna Gómez Ruiz se reunió con los sobrevivientes de la masacre de Lidice.
“Estar con ellos, que esta vez fueron siete, porque los demás ya están en el cielo, es una experiencia que no se puede describir con palabras, es algo solamente para sentir, es el regalo más grande de mi vida. Viendo sus caras, sus gestos escuchando el mariachi, te regalan una sonrisa y se dejan abrazar”.
Además de estudiar checo, los estudiantes aprenden sobre la cultura, costumbres, gastronomía e historia de la República Checa, parte del programa fue una visita a los estudios de Radio Praga Internacional con ocasión del Centenario del inicio de las emisiones regulares de la Radio Checa.
