Škoda Auto cerró su año más difícil con buenas perspectivas
Škoda Auto irrumpió con éxito en el mercado de los vehículos eléctricos y reforzó su posición a nivel internacional en 2022.
La escasez de semiconductores y otros componentes, el aumento de los costos de la energía o la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania son algunos de los desafíos a los que la industria automovilística y, en concreto, la firma checa Škoda Auto tuvieron que enfrentarse en los últimos tiempos.
Así, la empresa de Mladá Boleslav vendió 731.300 automóviles en todo el mundo el año pasado, frente a los 878.200 coches del 2021 y eso, después de haber superado el millón en 2020. Con todo, la compañía realiza una lectura positiva del pasado curso.
"Skoda Auto nunca se ha enfrentado a desafíos tan grandes en su historia reciente como el año pasado. Sin embargo, nuestra empresa está atravesando este período desafiante con confianza, especialmente gracias a una cartera de modelos atractiva y moderna que incluye modelos eléctricos y automóviles con propulsión convencional”, valoró Klaus Zellmer, presidente de la junta directiva de la firma.
En esta línea, la empresa tiene varios motivos para mirar al futuro con optimismo como, por ejemplo, los grandes resultados cosechados por el modelo Enyaq iV, que marcan una prometedora entrada de Škoda en el sector de los automóviles eléctricos, o el crecimiento de mercados internacionales como el indio, donde la firma ha duplicado sus entregas, así como un mercado vietnamita en el que desembarcará este mismo año.
“La situación del mercado seguirá siendo tensa en 2023, pero somos cautelosamente optimistas y creemos en una mejora gradual en los próximos meses”, añadió Zellmer acerca de las perspectivas de futuro.
Asimismo, este definió a Škoda como una compañía resiliente y cuyo objetivo es fortalecer la importancia de la República Checa como un importante centro de la industria automotriz y la electromovilidad.