No habrá vacunación obligatoria para nadie en Chequia: “No queremos ahondar la brecha de la sociedad”

El Gobierno de Petr Fiala decidió anular en su totalidad la norma del Gabinete anterior que establecía la vacunación obligatoria para personas mayores de 60 años y algunos grupos profesionales. Numerosos científicos han declarado su decepción.

Petr Fiala | Foto: Michal Kamaryt,  ČTK

Nadie estará obligado a vacunarse en la República Checa, según anunció el primer ministro Petr Fiala este miércoles. Desde que el anterior ministro de Salud, Adam Vojtěch, anunció en diciembre que desde el 1 de marzo deberían estar vacunadas las personas mayores de 60 años, así como policías, bomberos, soldados, sanitarios y trabajadores de servicios sociales, entre otros, una parte de estos gremios se estuvo manifestando contra la medida y amenazando con abandonar sus respectivas profesiones. En todos estos gremios, la gran mayoría están completamente vacunados, entre un 70% y un 90%, pero miles de policías o bomberos, especialmente, no dejaron de manifestarse en contra, con un importante apoyo social en un país en el que solo el 63% de la población cuenta con el ciclo de vacunación completo, dosis de refuerzo aparte.

El Gobierno, sensible a la falta de apoyo por parte de la sociedad a la vacunación obligatoria, ya habló en diciembre, todavía antes de asumir el poder, de anular la obligación para personas mayores y dejarla únicamente para ciertos grupos profesionales. Finalmente, apoyándose también en las altas tasas de vacunación con las que cuentan esos gremios, ha decidido retirar la norma por completo. El Gobierno, en adelante, seguirá únicamente recomendando la vacunación, dijo Fiala.

Foto: René Volfík,  Český rozhlas

“Esto no cambia en ningún modo nuestra postura hacia la vacunación, eso quiero remarcarlo. Es, sin duda, la mejor forma y el camino más seguro en la lucha contra el COVID-19. Pero no queremos ahondar la brecha en la sociedad”.

El anuncio ha dividido a la oposición. El partido extremista Libertad y Democracia Directa ha celebrado la decisión, que consideran lógica porque las personas vacunadas pueden en cualquier caso infectarse e infectar a otras. Mientras, desde el movimiento ANO, que aprobó la vacunación obligatoria fijándose en el modelo austriaco, recuerdan que la mayoría de científicos están de acuerdo en que la vacuna evita síntomas graves o las muertes por COVID casi al 100%. La doctora Věra Adamková, vicepresidenta de la Comisión de Salud de la Cámara Baja por el movimiento ANO, responsabilizó al nuevo Gobierno de las consecuencias de la decisión.

“El Gobierno ha tomado una decisión y, por supuesto, carga con la responsabilidad de la misma. Ya veremos qué supone”.

Mientras, en el país se han registrado unas cifras récord de nuevos infectados, con casi 28 500 positivos el martes y casi 26 000 el miércoles. Para los previsibles problemas en los centros educativos al aparecer alumnos o profesores infectados por coronavirus en las aulas, el Gobierno ha previsto permitir a los directores de las escuelas otorgar hasta diez días más de vacaciones, así como la posibilidad de establecer de forma unilateral cada centro la educación a distancia si así se cree conveniente. Ambas medidas deben ser aprobadas aún en la Cámara de Diputados. Los padres afectados también podrían pedir la baja laboral para cuidar a los hijos de hasta diez años esos días.

“En diez días subirá la presión hospitalaria”

Las cifras de incidencia prometen ser las más altas de toda la epidemia, sin embargo, las cifras de pacientes hospitalizados siguen descendiendo después del repunte de la enfermedad en noviembre y diciembre. El epidemiólogo Petr Smejkal, miembro del Instituto Nacional para el Control de la Pandemia, sí estaba a favor de la vacunación obligatoria, especialmente para personal sanitario y trabajadores sociales, como explicó en la Televisión Checa. También expuso sus previsiones para las próximas semanas en cuanto a la situación en los hospitales.

Foto ilustrativa: Matěj Skalický,  Český rozhlas

“Yo creo que no va a ser nada dramático. Se van a seguir alejando las cifras de infectados de las de hospitalizados, pero, sobre todo, las de hospitalizados de quienes terminan en cuidados intensivos. Lo estamos viendo en otros países, que en la UCI termina un número mínimo, pero hospitalizados sí habrá muchos. El problema es que habrá muchos ingresos de personas infectadas, pero para los que el COVID no será su afección más grave, ingresarán por otro diagnóstico, pero habrá que tratarlos de todos modos como pacientes contagiosos porque serán contagiosos de coronavirus. Así que las dificultades llegarán no solo a las áreas de pacientes con COVID, sino al resto. En definitiva, por eso creo que de aquí a diez días veremos una importante presión hospitalaria, pero espero que no suba tanto”.

Smejkal también advirtió de los riesgos de considerar ómicron como una gripe, algo muy escuchado últimamente. Para el epidemiólogo son dos virus incomparables con comportamientos distintos, especialmente por el periodo asintomático de varios días propio del coronavirus, lo que hace que sea una infección más traicionera. Smejkal también recordó que la mortandad del COVID-19 sigue siendo superior a la de la gripe.

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