En la República Checa hay un intérprete de lengua de señas para 150 personas sordas

En la República Checa faltan intérpretes de lenguaje de señas para personas sordas. Se estima que por cada 150 clientes hay solo un intérprete, pero la situación puede ser peor, porque no hay cifras exactas.

Foto: Česká televize,  ČT24

Desde hace muchos años es habitual ver a un intérprete de lenguaje de señas en los noticieros de la televisión y en actos públicos de relevancia, pero las personas sordas y con problemas de audición dependen de los intérpretes para actividades de la vida cotidiana, por ejemplo, cuando visitan al médico o las instituciones públicas.

Ese es el caso de Vladimír Mesner que sufre sordera desde su nacimiento y depende regularmente de los servicios de un intérprete. En declaraciones a la Televisión Checa indicó que para organizar una visita al consultorio médico debe reservar al intérprete con dos meses de antelación, para asegurarse de que estará disponible.

Según las estimaciones más recientes, en Chequia hay entre 100 y 150 intérpretes, cantidad que no alcanza para cubrir todas las regiones del país, según dijo a la Televisión Checa, Michaela Dudková, de la Cámara Checa de Intérpretes en Lengua de Señas.

“En las regiones de Karlovy Vary, Bohemia del Sur, Liberec y Vysočina, suele haber uno o dos intérpretes como máximo”.

Desde la Unión de Personas Sordas y con Dificultades Auditivas sostienen que una situación ideal, para cubrir la demanda de los clientes, sería tener cinco intérpretes por cada región del país a tiempo completo.

Foto: Česká televize,  ČT24

Los intérpretes de lenguaje de señas se enfrentan a una situación burocrática adversa, porque desde el punto de vista de la ley existe un vacío que no determina a qué gremio profesional pertenecen.

La presidenta de la Cámara Checa de Intérpretes de Lenguaje de Señas, Farah Curry, sostuvo ante las cámaras de la televisión pública que no disponen de ningún respaldo en la ley de servicios sociales.

"Hay mucha ambigüedad, por ejemplo en la ley de servicios sociales faltan ajustes que definan claramente qué debemos hacer, qué podemos hacer y cómo debemos hacerlo. El debate fue eliminado de la mesa de negociaciones”.

Desde el Ministerio de Educación respondieron a la Televisión Checa que “el intérprete no es un trabajador pedagógico debido a la naturaleza de su actividad. Por lo tanto, su inclusión en la Ley de trabajadores pedagógicos junto con una posible determinación del requisito de cualificación no es relevante”.

A la difícil situación debemos agregar el poco interés que se registra por estudiar la carrera. La interpretación de la lengua de señas se estudia, por ejemplo, en la Escuela Profesional Superior de la ciudad de Hradec Králové. Para este año escolar se inscribieron solo diez alumnos, pero cerca de un tercio de los estudiantes no termina la carrera.

Foto: Česká televize,  ČT24

Iva Rindová, directora de la escuela mencionada, reconoció que se trata de una carrera  muy exigente, que incluye además de muchas horas de clase de interpretación en lengua de signos, una serie de asignaturas difíciles relacionadas estrechamente con las habilidades de interpretación.

A pesar de las condiciones no muy favorables del momento, la presidenta de la Cámara Checa de Intérpretes de Lenguaje de Señas, Farah Curry, espera que todo mejore dentro de dos años cuando salgan los primeros egresados de la nueva carrera que se imparte en la Universidad Masaryk de la ciudad de Brno.

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