Países Bajos – República Checa: fútbol de ataque en los octavos de final de la Eurocopa

Los Checos entre los octavos de final de la Eurocopa

La República Checa se cruza con Países Bajos en los octavos de final de la Eurocopa 2020. Los checos no lo tendrán nada fácil, pues se trata del equipo más goleador del torneo.

El objetivo principal de la República Checa durante esta Eurocopa 2020 era pasar de la fase de grupos, algo que ya ha conseguido. Pero el equipo, que ha experimentado una gran mejoría en los últimos años, se siente capaz de cualquier cosa y se presenta en los octavos de final con intención de dar la sorpresa.

De izquierda: Tomáš Souček,  Vladimír Coufal y Declan Rice | Foto: Matt Dunham,  ČTK/AP

Enfrente tiene a Países Bajos, que con ocho goles en tres partidos ha presentado el mejor ataque en lo que llevamos de torneo. Pero esto puede ser un incentivo para los checos, que han demostrado que también saben jugar en vertical y no tienen miedo de encarar la portería rival. Y especialmente atractivo puede ser para los espectadores, que casi con toda seguridad pueden esperar más de un gol.

La República Checa llega a octavos como tercera clasificada de su grupo con cuatro puntos. Tras puntuar en los dos primeros encuentros, perdieron su último partido con Inglaterra por 0-1. Sin embargo, la derrota no sentó tan mal teniendo en cuenta contra quién jugaban. De hecho, la experiencia de ese partido les sirve para prepararse mejor ante un rival como Países Bajos, tal y como apuntó para la Radio Checa el centrocampista Tomáš Souček.

Luke Shaw y Tomáš Souček | Foto: Justin Tallis,  ČTK/AP

“Nos da pena no haber ganado a Inglaterra porque siempre vamos a los partidos con la intención de ganar. Pero creo que ha sido un aprendizaje para los octavos de final, porque allí hay equipos con la misma calidad que Inglaterra. Así que tenemos que estar preparados para la siguiente ronda".

Que la selección de Países Bajos, liderada por el nuevo jugador del Fútbol Club Barcelona Memphis Depay, va a poner las cosas difíciles nadie lo duda. Pero la República Checa se ha ganado el derecho a enfrentarse sin miedo a equipos grandes, pues ya se ha visto que cuando están en su mejor nivel son capaces de crear problemas a cualquier rival. En este sentido se expresó Jiří Chytrý, asistente del entrenador nacional, Jaroslav Šilhavý.

“Consideramos a Holanda como uno de los mejores equipos y uno de los favoritos a ganar el torneo. Pero si damos nuestro máximo, creo que podemos hacer frente a cualquier equipo”.

Jaroslav Šilhavý | Foto: Petr David Josek,  ČTK/AP

La única incertidumbre que dejó el último encuentro frente a Inglaterra viene provocada por la sanción al lateral izquierdo titular, Jan Bořil, por acumulación de tarjetas amarillas. Esto deja a Šilhavý con el dilema de si debería utilizar a algún jugador experimentado pero que juega más por la derecha, como Matějů y Kadeřábek; o utilizar a un jugador zurdo pero más inexperto, como es el caso de Michal Sadílek.

Según Aleš Matějů, tanto él como los otros dos candidatos están listos para asumir cualquier responsabilidad.

“El que juegue, intentará usar bien esa oportunidad. Al principio, incluso el resto de compañeros podrían ayudarle. Creo que no sería un problema para ninguno de nosotros. Yo he jugado por la izquierda, no es nuevo para mí. Veremos quién tiene esa oportunidad al final”.

Los partidos contra Países Bajos traen recuerdos agridulces a la República Checa. Desde el épico partido de la fase de grupos de 2004, donde los checos remontaron un 2-0 para acabar ganando el encuentro por 2-3, hasta el polémico penalti pitado por Pierluigi Collina en la Eurocopa 2000, que dio la victoria a Países Bajos sobre la República Checa por 1-0.
Como curiosidad, el primer encuentro oficial entre ambos países se produjo hace 89 años, con victoria de Checoslovaquia por 2-1.

La oportunidad de ver fútbol a un rival de prestigio como Países Bajos no ha pasado desapercibida para los aficionados checos, que han intentado en masa conseguir entradas para el partido que tendrá lugar este domingo en el Puskás Aréna de Budapest.

Hungría es el único anfitrión de esta Eurocopa que no ha puesto límite de espectadores en sus estadios, lo que no ha sido del agrado de las autoridades sanitarias checas ante la perspectiva de que grandes grupos viajen hasta la capital húngara.
Las solicitudes de entradas fueron tantas que incluso la Federación Checa de Fútbol tuvo que desconectar el sistema de códigos, como señaló su portavoz, Michal Jurman.

“El interés ha sido tan grande que se ha tenido que interrumpir el sistema de solicitud de códigos. Los fans que hayan conseguido un código pueden usarlo para comprar las entradas en la página de la UEFA. Con cada código se pueden comprar hasta cuatro entradas. En la página web del club de fans de la selección pueden encontrar todas las instrucciones”.

Hasta la noche del próximo domingo no sabremos si la República Checa conseguirá pasar a los cuartos de final y situarse entre los ocho mejores como logró por última vez en 2012, pero independientemente del resultado, parece que el domingo podrá verse buen fútbol en Budapest.

Los checos confían en que Patrik Schick, desaparecido frente a Inglaterra, vuelva a entrar en estado de gracia y siga ampliando su cuenta goleadora. El delantero de 25 años se encuentra a dos goles de la marca de Milan Baroš en 2004.

palabra clave:
audio