El primer ministro reconoce problemas en el sistema de registro de vacunación
El primer ministro, Andrej Babiš, admitió problemas en el sistema de registro de vacunación del grupo de mayor riesgo: los ancianos mayores de 80 años. Esto significa que las inscripciones para otros grupos de la sociedad no empezarán en febrero como estaba planeado.
Todo se posterga. Las informaciones sobre las dificultades y complicaciones en torno a la vacunación contra el COVID-19 sorprenden cada vez menos a las amplias capas de la población.
El primer ministro, Andrej Babiš, dijo a los medios de comunicación este domingo que el suministro de vacunas y el interés de los ancianos determinarán el proceso de inscripciones para otros grupos de la sociedad.
“En este momento no sabemos cuántas personas mayores de 80 años se registrarán todavía. Por otro lado, estamos a la espera de suministros de más vacunas, estas son cosas con las que no podemos hacer nada“.
Según la Oficina de Estadísticas, en el país hay unas 440 000 personas mayores de 80 años. La inscripción en el registro de vacunación para este grupo de riesgo empezó el 15 de enero.
De acuerdo con Babiš, alrededor de 183 000 ancianos ya se han registrado y cerca de 100 000 esperan de que les confirmen una cita. Para otros grupos, el sistema estaba originalmente programado a partir del 1 de febrero.
El primer ministro aseguró que el registro de personas mayores de 80 años continuará y que es muy probable que se contactará a las personas mayores que no se inscriban.
Muchas personas mayores de 80 años viven en hogares de ancianos o en residencias con regímenes especiales. Según el último reporte anual de estadísticas sociales hay alrededor de 57 600 camas en este tipo de instalaciones, pero no todas están ocupadas y el Estado no sabe cuántas personas mayores de 80 años de estos centros ya han sido vacunadas. Babiš indicó que están a la espera de cifras concretas.
En lo referente a las vacunas, el jefe del Gobierno considera que las entregas de Astra-Zeneca empezarán a mediados de febrero.
“Se estima que la vacuna de Astra-Zeneca podría estar aprobada el 29 de enero y que las primeras entregas se efectúen desde mediados de febrero. Tendremos a disposición también las vacunas de Moderna, pero aquí todo más despacio“.
Por su parte, el ministro de Salud, Jan Blatný, dijo que la República Checa podría bajar al cuarto grado del nivel de riesgo, en una escala de cinco, a mediados de febrero, siempre y cuando se reduzca a unas 3000 la cifra de personas hospitalizadas y a unos 450 el número de pacientes en las unidades de cuidados intensivos.
“Tenemos que reducir el número de pacientes en los hospitales para poder reaccionar a los cambios que puede acarrear la nueva mutación del virus confirmada en varios países europeos. De acuerdo con los datos que disponemos, no es posible alcanzar una disminución de pacientes en los hospitales superior a los 1200 por semana. Esto significa que para lograr una disminución de 3000 pacientes necesitaremos tres semanas“.
En este momento hay 5741 personas con COVID-19 que están recibiendo tratamiento en hospitales. El ministro Blatný insistió en que no se puede permitir sobrecargar el sistema de salud, por lo que se necesita vaciar los hospitales.
A su vez, el ministro Blatný reconoció que la República Checa recibirá menos vacunas de Pfizer/BioNTech en las próximas tres semanas, pero subrayó que los envíos deberían aumentar a partir de abril.