La Luz de Belén, un nuevo símbolo de la Navidad
Los scouts checos repartirán este sábado en Chequia la Luz de Belén, cuya particular historia se inició hace más de tres décadas en Austria como parte de una recolecta caritativa.
Encendida por un niño en el lugar del Nacimiento de Jesús, la Luz de Belén llega a millones de hogares en todo el mundo cada año como un símbolo de la paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
Los autores de la tradición son los empleados de la Radio Austriaca (ORF), que organizaron en 1986 una recolecta para apoyar a los niños con discapacidad visual. Para agradecer a los contribuyentes, buscaron una forma original, sostuvo a Radio Praga Internacional la portavoz de la organización Junák - el Scout Checo, Barbora Trojak.
“Como el nombre de la recolecta fue 'La Luz en la Oscuridad', se les ocurrió que podrían traer a Europa antes de la Navidad una llamita desde Belén, donde según la tradición cristiana nació Jesucristo. Tomando en cuenta las medidas de seguridad que rigen en Israel no fue una tarea fácil, pero lo lograron, y nació la tradición de la Luz de Belén. Los scouts empezaron a participar más tarde, y han seguido fieles a la tradición y todos los aňos distribuyen la luz en muchos países”.
La emotiva llegada a Checoslovaquia
La Luz de Belén iluminó el territorio de la entonces Checoslovaquia por primera vez en 1989, poco después de la Revolución de Terciopelo que acabó con el comunismo en el país. Los scouts austríacos la trajeron a la Plaza Venceslao de Praga, donde se reunieron con sus compañeros checoslovacos, recordó la portavoz Barbora Trojak.
“Fue una experiencia emotiva, porque el escultismo estuvo prohibido durante mucho tiempo en Checoslovaquia. Entonces, los scouts por fin pudieron ponerse su traje y reunirse libre y oficialmente. Los testigos de la época recuerdan con emoción aquel momento. Llevaron la Luz de Belén hasta la tumba de Antonín Benjamín Svojsík, fundador del escultismo checo. Se trató de una de las primeras actividades libres de los scouts”.
La amplia red del movimiento scouts y su alto grado de organización interna facilita la propagación de la luz que llega cada año en avión desde Belén a Viena. Además, la misión del escultismo es ayudar a la sociedad voluntariamente y en esa idea se basa también esta tradición navideña.
Un reparto restringido
Del reparto de la luz en la República Checa se encargan los scouts de la ciudad de Brno.
Debido a la pandemia de COVID-19, la recogida no se realizó este año en Viena, sino en la frontera checo-austríaca para ser entregada el 13 de diciembre al obispo de la Catedral de San Pedro y San Pablo, Vojtěch Cikrle. Bajo el lema de la ediciónde este aňo “La luz supera las fronteras”, los scouts partirán el sábado 19 de diciembre en 55 trenes desde Brno para entregar la luz a las iglesias e instituciones en todo el país, desde donde la gente podrá llevarla a sus hogares. Este aňo todo transcurrirá bajo determinadas restricciones, apunta Barbora Trojak.
“Este año hemos reducido el número de mensajeros. Tienen que respetar todas las reglas vigentes como usar mascarilla, mantener la distancia social y recomendamos que no visiten residencias de ancianos ni los hogares de particulares, lo que fue algo común en las ediciones anteriores. Recomendamos que no canten villancicos y que respeten todas las medidas higiénicas”.
Una tradición cada vez más popular
Desde hace 32 años, la Luz de Belén se ha incorporado a las tradiciones navideñas checas y su popularidad va en aumento, afirma la portavoz Trojak.
“La Luz de Belén ha ganado fama entre muchas personas y se ha convertido en parte indispensable de la Navidad, llegando a obtener una importancia similar al árbol navideño. Recibimos información que en ocasiones se forman largas filas de personas ansiosas por llevar a casa la venerada luz. Creo que el interés es cada vez mayor y no solamente entre los creyentes”.
La información sobre los puntos de recogida de la Luz de Belén se encuentra disponible en la página web oficial de la Luz de Belén www.betlemskesvetlo.cz.
