Bancos checos envueltos en un escándalo internacional de blanqueo de dinero
Chequia es un centro de blanqueo de dinero proveniente de Rusia. Lo indican 281 documentos filtrados de la Red de Control de Delitos Financieros de Estados Unidos. Estos exponen también a varios bancos mundiales.
Una filtración de documentos en Estados Unidos ha revelado la existencia de transacciones financieras sospechosas de billones de dólares. Los expedientes, considerados de alto secreto, implican a algunos de los bancos más grandes del mundo como Deutsche Bank o HSBC.
Los documentos fueron filtrados de la Red de Control de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, conocido bajos las siglas FinCEN. Se trata de más de 2500 documentos recogidos entre los años 2000 y 2017. Los bancos checos aparecen en 281 expedientes.
Su contenido fue compartido en Chequia por el servidor Investigace.cz, que ganó acceso a los datos gracias un proyecto global del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que agrupa a más de 400 profesionales de unos 80 países del mundo.
De acuerdo con el servidor, los documentos indican que en Chequia se legaliza dinero proveniente de Rusia obtenido por medios criminales. Han generado sospechas asimismo algunas transacciones conectadas a gerentes chinos de empresas registradas en Chequia.
“Los documentos filtrados reafirman que Chequia se ha convertido en uno de los centros europeos de blanqueo de dinero ruso – ya sea robado del presupuesto ruso por oficiales corruptos, proveniente de empresas fraudulentas o de sobornos para aduaneros”, sostiene el servidor Investigace.cz en su página web.
La información fue confirmada por Pavla Holcová del Centro Checo para el Periodismo Investigativo.
"En Chequia sucede un blanqueo masivo de dinero sobre todo de Rusia y de los antiguos países soviéticos. Se trata de decenas y decenas de millones de dólares".
Los expedientes expondrían a 144 empresas e individuos checos con cuentas bancarias en Chequia. De acuerdo con el servidor, el mayor número de estas transacciones fue efectuado por Raiffeisenbank, con un volumen de casi 130 millones de euros. Siguen los bancos PPF Banka con casi 50 millones y ČSOB con cerca de 46 millones. En algunas de las transacciones, Chequia figuraba como destino. En caso de que las transacciones originaran en Chequia, se dirigían a otros países europeos, pero también a Australia, Singapur, China, Kazajistán u Oriente Próximo.
Los oficiales estadounidenses consideran sospechosos principalmente los pagos conectados a empresas cuyos datos es imposible de encontrar. En la mayoría de los casos se trata de empresas que radican en paraísos fiscales y no cuentan con una oficina, empleados o una página web propia.
Ante las acusaciones, los bancos checos han comentado que no pueden ofrecer comentarios sobre las transacciones porque se trataría de una violación del compromiso de confidencialidad. No obstante, aseguran cumplir todas las normas relativas a estas transacciones.
De acuerdo con Filip Hrubý, portavoz del banco Česká Spořitelna, el hecho de que la información sobre las transacciones sospechosas provenga exclusivamente de documentos de FinCEN, prueba que el sistema de control internacional funciona bien.
Los documentos implican a varios bancos mundiales, entre ellos JPMorgan, Deutsche Bank o HSBC. De acuerdo con la información filtrada, estos se beneficiarían de las transacciones a pesar de haber recibido multas en el pasado por parte de las autoridades estadunidenses. En algunos casos, los bancos siguieron transfiriendo fondos ilegales aún tras ser advertidos de posibles enjuiciamientos si no dejaban de colaborar con mafias, estafadores y regímenes corruptos.
La BBC sostuvo asimismo que los oligarcas rusos utilizarían los bancos para evitar sanciones impuestas por países occidentales.