La segunda ola ya está aquí  

Foto: ČTK/Vít Šimánek
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Chequia es de los países europeos en los que más rápidamente está avanzando el coronavirus. Los centros hospitalarios podrían estar al límite de su capacidad en cuestión de semanas. 

Durante la última semana el ritmo de nuevos infectados por COVID-19 creció de una forma inusitada hasta la fecha en la República Checa, superando la barrera de los mil casos durante cinco días seguidos. Solo durante el domingo, jornada en la que se realizan muchos menos test, la estadística dio un respiro, si es que los 792 nuevos enfermos registrados se pueden tomar como tal. Pero en los próximos días se espera que las cifras vuelvan a ser más preocupantes.

Para el delegado del Gobierno para Ciencia e Investigación en Sanidad, Roman Prymula, ya podemos hablar de segunda ola, explicó en la Televisión Checa.

“Personalmente creo que la segunda ola ya está aquí. Siempre se está discutiendo a nivel teórico si esto es el final de la primera o el inicio de la segunda. En Austria ya han declarado el inicio de la segunda ola, y es lo que yo creo también. Pero esta declaración es una mera cuestión formal. Lo importante es que hay un aumento de casos más brusco que durante la primera ola, con un espacio entre las dos curvas, así que creo que podemos decir de forma profana que estamos en la segunda ola”.

Foto: Michaela Danelová,  Český rozhlas

Desde este lunes en Praga hay que desinfectarse las manos al entrar en cualquier edificio público, restaurante, tienda, hotel u otro tipo de establecimiento. El cierre obligado de bares y restaurantes desde la medianoche a las seis de la mañana, se aplicará no solo en la capital checa, sino en toda la región de Bohemia Central y la provincia de Uherské Hradiště. Esto se suma a la exigencia de taparse boca y nariz en todos los espacios interiores y medios de transporte público de todo el país, que ya estaba en vigor.

Foto: ČTK / Kateřina Šulová

Si estas medidas serán suficientes lo dirá el tiempo. Pero para Roman Prymula es ya indispensable cambiar la tendencia o, de lo contrario, el sistema sanitario empezará a verse sometido a demasiado estrés, explicó.

“Si no tomáramos ninguna medida, creo que a finales de octubre ya estaríamos al límite de nuestra capacidad hospitalaria. Con ciertas reservas, diría que si en estas dos o tres semanas no se aplana la curva de contagios, tendrían que abrirse departamentos de atención exclusiva para pacientes con COVID”.

Si tomamos los datos de las últimas dos semanas, el índice de contagio por cada cien mil habitantes está entre los peores de Europa, solo por detrás de España y Francia, aunque Prymula señala con inquietud que la tendencia de Chequia es ascendente, mientras que la de, por ejemplo, España es ya descendente.

 Foto: ČTK/Deml Ondřej

A nivel político, la Socialdemocracia ha pedido que se vuelva a formar el comité de crisis, que encabezaría el ministro del Interior de esa formación, Jan Hamáček. El primer ministro, Andrej Babiš, no lo cree necesario. En cuanto a las críticas aparecidas por haber permitido no llevar mascarillas durante el verano, el presidente del Gobierno se defendió en entrevista a la Televisión Checa señalando a otros países europeos.

“Si fue un error o no, podemos decir que lo fue. Pero la situación está empeorando también en países en los que no se han quitado la mascarilla en todo el verano, así que no se puede hacer una valoración”.

Este lunes hay en la República Checa casi 14.500 enfermos luchando contra el COVID-19, aunque la mayor parte presenta solo síntomas leves. Pero la cifra de hospitalizados también es sensiblemente mayor que la de hace pocos días, y ya se sitúa en 288 personas, de las que 69 están graves. Durante la semana pasada murieron 19 personas con la enfermedad, ascendiendo a 456 la cifra total de fallecidos, según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad.

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