La Calle Neruda es una joya arquitectónica del Barrio Pequeño
Una de las calles más pintorescas de la capital checa que conduce de la Plaza del Barrio Pequeño al Castillo de Praga, lleva el nombre del destacado poeta, escritor y periodista Jan Neruda. El literato, que allí vivió durante largos años, supo como nadie captar la inconfundible atmósfera del Barrio Pequeño y los destinos singulares de sus vecinos.A ambos lados de la empinada Calle Neruda se alzan primorosos edificios barrocos: preciosas casas burguesas que lucen fachadas ornamentadas con graciosos signos y suntuosos palacios de la nobleza, edificados por los más notables arquitectos de la época barroca.
Mucho antes de ser fundada en 1257 la llamada Ciudad Pequeña en la margen izquierda del río Vltava, trepaba por la empinada cuesta al Castillo de Praga un camino que comunicaba la sede de los reyes checos con la Ciudad Vieja de Praga. A lo largo de esta importante arteria crecieron casas con jardines y viñedos. Fue el origen de la Calle Neruda.
Cabe precisar que la calle lleva el nombre del literato checo sólo desde 1895. Antes se llamaba "Ostruhová". "Ostruha significa en español " espuela" y allí residían fabricantes de espuelas.
A los turistas que recorren la Calle Neruda les llama la atención la magnificencia de los palacios y lo exquisito de la ornamentación de las fachadas de las casas burguesas. La espléndida arquitectura de los edificios no es casual. Están situados en el llamado Camino Real, por el cual pasaban los cortejos reales rumbo a la catedral de San Vito durante la coronacion del monarca.
Situadas en una arteria urbana de importancia clave, las casas de la Calle Neruda debían representar a sus dueños. Destacados artistas encargaron en las pasadas centurias la construcción de sus residencias en la Calle Neruda, y entre los propietarios figuraban también renombrados arquitectos.
Una de las casas fue propiedad a finales del siglo 16 de Bartolomeus Spranger, pintor de la corte del emperador Rodolfo II. El artista adornó la fachada del edificio con pinturas que representaban a dioses griegos.
Bartolomeus Spranger que nació en 1546 en Amberes, hizo su aprendizaje de pintor en Italia. Y con tanto éxito que por intermedio del cardenal Farnese fue presentado al Papa Pío V que lo nombró pintor de su corte.
Spranger se trasladó de Italia a la corte imperial de Viena, trabajando al servicio del emperador Maximiliano II.
Hacia el año 1580 se radicó en Praga donde alcanzaría una posición dominante entre los artistas de la corte del emperador Rodolfo II. Pintó para el monarca, entre otros, un ciclo de cuadros mitológicos, inspirados en "Las Metamorfosis" del poeta latino Ovidio. La obra de Bartolomeus Spranger, que falleció en Praga en 1611, ejerció influencia sobre varias generaciones de pintores.
Pasear por la Calle Neruda es como hojear una enciclopedia de sobresalientes arquitectos del pasado. La casa Nro.211, denominada Valkounský dum, fue remodelada en 1704 por el arquitecto Krystof Dienzenhofer. De 1705 a 1723 perteneció al extraordinario arquitecto del barroco culminante, Jan Blazej Santini- Aichl, que proyectó dos palacios vecinos:el de Thun, hoy en día sede de la Embajada de Italia, y el de Morzin, que alberga la legación diplomática de Rumania.
Los turistas que se dirigen al Castillo de Praga por la Calle Neruda reconocen fácilmente el palacio de Morzin por dos atlantes, esculturas de dos recios moros, que sustentan con visible esfuerzo el pórtico y el balcón de la mansión. Los moros, esculpidos por Ferdinand Maxmilián Brokoff, no están allí por casualidad. Pavel de Morzin, uno de los nobles checos más ricos, combatió contra los turcos al servicio del emperador.
Los graciosos signos que adornan las fachadas de las casas de la Calle Neruda merecen un capítulo aparte. En la pintoresca calle podemos contemplar la Casa del Águila Roja, la del Cangrejo Verde, la del Cisne Blanco...
...la Casa de la Copa de Oro, la del Ciervo Verde, la de la Remolacha Blanca, la de la Herradura de Oro. Esta última perteneció en el siglo 16 al arquitecto Aostalis.
La casa Nro.210 de la Calle Neruda está adornada por uno de los signos más conocidos de la capital checa:el de los Tres Violines. El signo recuerda que entre 1667 y 1748 residieron sucesivamente en el edificio tres familias de constructores de violines. Entre ellos destacó Josef Jáchym Edlinger, que había aprendido cosas últiles para su oficio en la célebre ciudad italiana de Cremona.
La casa emblemática de la Calle Neruda es la de Los Dos Soles. En este edificio, cuya fachada está ornamentada con dos soles dorados, vivió catorce años con sus padres el poeta, escritor y periodista Jan Neruda. El padre del futuro literato tenía en la planta baja una tienda.
El pequeño Jan se sentaba en la tienda sobre sacos de harina o de otros productos comestibles, escuchando atentamente los relatos de los tertulianos. Más tarde le servirían de inspiración para escribir "Los Cuentos del Barrio Pequeño", libro que juntamente con "La Abuela" de Bozena Nemcová, representa la mejor prosa checa del siglo 19.
Suele afirmarse que el relato "Una semana en una casa silenciosa" está situado en la Casa de Los Dos Soles. Hay quien opina que el escritor buscó la inspiración en otra casa de la Calle Neruda que tiene un nombre bastante singular: es la "Casa del Burro en la Cuna"- en checo "Osel v kolébce".
Echemos todavía un vistazo a una mansión aristocrática de la calle que lleva el nombre de Neruda. En el último tercio del siglo 18 fue remodelado en estilo rococó el palacio de los Bretfeld. Su dueño, el rector y abogado praguense Josef de Bretfeld, era un apasionado coleccionista de obras de arte.
Era un hombre mundano y donjuanesco, además de ser un magnífico bailarín. En su mansión se daba cita la élite de la época: Josef de Bretfeld recibía en sus suntuosos salones a Giacomo Casanova y a Wolfgang Amadeo Mozart.