Primer representante sudetoalemán rinde homenaje a las víctimas del campo de concentración en Terezín
El alto representante de la Asociación de Sudetoalemanes, Johann Böhm, este martes rindió homenaje a las víctimas de la ocupación nazi en Terezín, Bohemia del Norte, convirtiéndose en primer líder sudetoalemán que visita ese lugar.
"Es necesario visitar los lugares que nos hacen recordar horribles acontecimientos, los que nadie quisiera vivir de nuevo", resaltó en Terezín Johann Böhm, el primer alto cargo sudetoalemán que ha visitado el campo de concentración de Terezín, donde fueron asesinadas durante la Segunda Guerra Mundial decenas de miles de personas. "Estoy interesado en la creación de un clima de paz", subrayó el antiguo jefe del Parlamento de Baviera, afirmando que la Historia no es blanquinegra. "No es posible hacer una generalización y decir que todos los alemanes eran malos y todos los checos buenos". Así subrayó Böhm en alusión a ciertos rencores que siguen humeando entre las dos naciones vecinas debido a la Segunda Guerra Mundial.
El primer ministro checo, Jirí Paroubek, y su homólogo alemán, Gerhard Schröder, calificaron en mayo las relaciones checo-alemanas de los últimos siete años como las mejores en la historia, no obstante, las relaciones entre los checos y los sudetoalemanes siguen siendo levemente tensas.
Los sudetoalemanes radicados en las zonas fronterizas checoslovacas se convirtieron en un detonante de la guerra. Bajo la presión internacional, Checoslovaquia cedió en 1938 dichas zonas a Hitler para evitar el conflicto bélico y decenas de miles de checoslovacos se vieron obligados a abandonar sus hogares. El año siguiente, Alemania al final ocupó toda la nación Checoslovaca.
Una vez terminada la guerra en 1945, los sudetoalemanes fueron expulsados de las zonas fronterizas y sus bienes fueron confiscados a raíz de los Decretos del entonces presidente Benes.
Hace poco, una estatua del presidente Benes fue instalada frente al Ministerio de RR.EE. en Praga y ese acto fue fuertemente criticado por el Primer Ministro del land alemán de Baviera, Edmund Stoiber, quien reiteró varias veces que la expulsión de los sudetoalemanes de Checoslovaquia fue una de las mayores purgas étnicas del siglo 20 e insiste en que se anule dicho documento.
De esa forma, es posible considerar la visita de Böhm como un gesto de reconcialiación al igual que el reciente esfuerzo del jefe de Gobierno checo, Jirí Paroubek, por indemnizar simbólicamente a los sudetoalemanes que lucharon contra el nazismo y que permanecieron durante la Segunda Guerra Mundial leales a Checoslovaquia.