El primer ministro Topolánek se lo juega en una carta
El primer ministro, Mirek Topolánek, se jugará el todo por el todo. En caso de fracasar su segundo intento de formar un nuevo Gobierno checo, renunciará a su cargo de presidente del Partido Cívico Democrático.
Pero a pesar de que el Consejo Ejecutivo pidió a los diputados cívico-democráticos otorgar el voto de confianza a su Gobierno, Topolánek sabe muy bien que la victoria no está del todo al alcance.
"Asumo la plena responsabilidad política, ya se trate de este proyecto tricolor o de firmar un nuevo acuerdo de coalición con la Socialdemocracia y el democristiano Partido Popular. En caso de no obtener el voto de confianza de la Cámara Baja, contando con los votos de los cien diputados de la coalición, renunciaré a mi cargo. Lo decía, no obstante, siempre", sostuvo Topolánek.
Desde hace dos semanas el presidente de la República, Václav Klaus, tiene en la mesa la nómina de ministros presentada por Topolánek, pero la fecha del nombramiento del nuevo Gabinete no se sabe. Por el contrario, el mandatario alabó este jueves al líder socialdemócrata, Jirí Paroubek, que le planteó su proyecto de cómo solucionar la crisis política. Este supone la reelección del presidente de la Cámara de Diputados antes de efectuarse la votación sobre la confianza al Gobierno de Topolánek.
La presión a la que está expuesto el líder de los cívico-democráticos empieza a manifestarse también fuera de las salas de negociaciones. Esta semana Topolánek atacó el automóvil de un reportero del diario sensacionalista Blesk. La prensa especula desde hace medio año sobre su relación con la Miss Parlamento Checo Lucie Talmanová, que debe estar embarazada.