Eduard Nápravník, director de la Ópera del zar
El compositor y director de orquesta checo, Eduard Nápravník, está estrechamente vinculado con la maduración de grandes personalidades de la música rusa. Tchaikovski, Rimsky - Korsakov, Mussorski y otros compositores rusos encontraron en Eduard Nápravník al intérprete más perfecto de sus obras que ganaron la fama precisamente gracias a la batuta de este director de orquesta checo.
En estos términos explicó Piotr Ilich Tchaikovski durante su visita a Praga, en febrero de 1888, su relación hacia uno de los directores de orquesta más célebres de la segunda mitad del siglo XIX, Eduard Nápravník, que a lo largo de 40 años dirigió el Teatro de Ópera del zar, en la capital rusa de entonces, San Petersburgo.
Nápravník dirigió la escenificación de todas las óperas de Tchaikovski. La enorme popularidad de muchas de ellas, por ejemplo, de "Eugenio Oneguin", se data desde la escenificación de esta ópera por Eduard Nápravník.
Tras haber frecuentado en Praga una escuela de organistas y un instituto de piano, Eduard Nápravník aceptó a los 22 años la oferta del príncipe Yusupov de dirigir en San Petersburgo su orquesta particular.
A los 25 años dirigió por primera vez como director suplente, en el Teatro de Ópera del zar, la escenificación de "D.Giovanni", de Mozart.Fue el momento decisivo en la carrera artística de Eduard Nápravník. A los treinta años fue nombrado director de la Ópera del zar.
A lo largo de los 40 años al frente del Teatro de Ópera del zar ruso, en San Petersburgo, Eduard Nápravník dirigió 80 estrenos de óperas, incluidos en el repertorio gracias a su ingente esfuerzo. La mitad de los estrenos eran óperas rusas.
Nápravník dirigió los estrenos de óperas consideradas en la actualidad como tesoros de la música rusa. Mencionemos "La Dama de Picas", de Tchaikovski, o "Boris Godunov", de Mussorski.
Con Nápravník al frente, el Teatro de Ópera del zar dio un enorme salto cualitativo, convirtiéndose en un escenario de renombre europeo. Antes de su llegada, las óperas rusas eran escenificadas con negligencia. Por ejemplo, debido a las deficiencias en la escenificación e interpretación fue recibida fríamente la ópera "Ruslan y Ludmila", de Glinka. Sin embargo, cuando se hizo cargo de su escenificación Eduard Nápravník resultó una obra espléndida y magnífica.
Nápravník dirigió, además, durante largos años conciertos de la Sociedad Musical Rusa, presentando en estas veladas toda la obra sinfónica de Tchaikovski a quien lo unía una estrecha amistad. Cuando Tchaikovski falleció, Eduard Nápravník dirigió el 6 de noviembre de 1893 el concierto dedicado a su memoria. La VI Sinfonía de Tchaikovski se convirtió bajo la batuta de Nápravník en un emocionante llanto por el desaparecido compositor ruso...