Héctor Babenco: La rapidez del mundo actual ha traído falta de curiosidad
Al cine brasileño está dedicada la Escuela de Cine de Verano de Uherské Hradiste. Hasta esa ciudad morava llegó el conocido director Héctor Babenco, quien fue premiado por su aporte a la cinematografía mundial.
"Me comprometí a venir al festival sin conocerlo, sin tener ninguna información anterior y eso hace muchos meses. Cuando llegó la fecha yo estaba prácticamente desistiendo porque viajar un día entero de Brasil a Zurich, de Zurich a Praga, de Praga hacia aquí me pareció un poco agotador. Pero vine y fue una de las sorpresas más agradables que me han sucedido últimamente porque he encontrado una ciudad, una comunidad que realmente ama y respeta el cine".
Héctor Babenco agrega que le alegra recibir un galardón otorgado por la Asociación de Cineclubs Checos.
"Yo soy una persona que ha comenzado a ver cine en un cineclub viendo cine checo, polaco, húngaro, japonés. Las verdaderas raíces del Este europeo de alguna forma sé que me han influenciado mucho".
"El beso de la mujer araña", famosa adaptación fílmica de Héctor Babenco basada en la novela homónima de Manuel Puig y gracias a la cual William Hurt ganó un Oscar al mejor actor masculino, se proyectó en la inauguración de la 33 edición de la Escuela de Cine de Verano."Fue una noche muy agradable, hace tiempo que no veía un público tan entregado, tan silenciosamente respetuoso en relación a la película. Nadie comiendo pop-corn, nadie tomando coca-cola, un silencio sepulcral. Me sentí realmente muy querido, muy respetado y llevo esta sensación muy fuerte dentro de mí".
Igualmente impactados se sintieron los espectadores que asistieron a la proyección de otra película de Héctor Babenco titulada "Pixote, la ley del más débil", del año 1981. El protagonista del filme, que narra la vida de los niños de la calle, Fernando Ramos Da Silva, fue asesinado por un policía varios años después de ser rodada la cinta. A la proyección siguió un debate sobre la cinematografía brasileña. Héctor
Babenco se mostró bastante escéptico en cuanto a la situación actual en Brasil apuntando que uno de los problemas más graves que enfrenta el cine brasileño es la falta de recursos financieros. Le preocupa también la globalización."La computadora, la circulación de la información, la rapidez con la cual todo el mundo quiere saber todo inmediatamente ha traído un poco de falta de curiosidad, de perplejidad en relación al mundo. Creo que eso lo estamos padeciendo, ¿no? Las películas que se están haciendo son películas muy malas, es un cine de consumo rápido, gratuito, es un entretenimiento un poco más sofisticado que el video-game y que la televisión. ¿Y un cine como el que algunos cineastas que yo respeto hacen y que todavía considero que es el cine que yo quiero hacer? A veces me siento un poco fuera de la época, me siento que estoy realmente queriendo hablar y decir cosas que a la gente cada vez le interesa menos, pero no cambiaré, continuaré siendo como soy y haciendo las películas que quiero".