Antiguo primer ministro Stanislav Gross sospechoso de corrupción
El ex primer ministro checo Stanislav Gross parece estar nuevamente en problemas. Pende sobre él una acusación por sospecha de corrupción. Hace dos años una situación similar le costó el puesto.
La Policía anticorrupción empezó una investigación sobre el origen de la fortuna del antiguo jefe socialdemócrata del Gobierno checo Stanislav Gross, porque existe sospecha de corrupción.
El semanario económico Euro publicó un artículo en el que señala a Gross como propietario del 31 por ciento de las acciones de la empresa Energo Moravia.
Los expertos valoraron el paquete de acciones en más de diez millones de euros, por lo que surge la pregunta de dónde proviene tal cantidad de dinero. Jiri Jehlicka, director del Registro Central de Deudores de la República Checa, presentó una acusación formal por sospecha de corrupción contra el ex primer ministro Stanislav Gross.
La portavoz de la Policía Anticorrupción, Veronika Dumková, informó que investigadores especializados iniciaron una investigación sobre la dudosa transacción.
"Ya se inició una investigación a fondo para descubrir el origen del dinero invertido. Fue tramitada una acusación formal, por lo que ahora estamos recogiendo pruebas para determinar si fue o no cometido delito alguno", dijo la portavoz.
Stanislav Gross se defiende diciendo que él es un ciudadano de a pié, y que ahora no defiende ningún cargo público, por lo que sus actividades comerciales son un asunto privado.
De acuerdo con informaciones del diario Mladá Fronta Dnes el problema radica en que la ley obliga a todos los ciudadanos a demostrar el origen del dinero y en segundo lugar en el caso de Gross parecen existir claras conexiones con personas de la época en que era primer ministro.
El diario alerta que Stanislav Gross compró el 31 por ciento de las acciones de Moravia Energo a Robert Sykora, antiguo vice ministro de Industria y Comercio de su Gabinete.
Hace dos años Gross protagonizó un escándalo por la manera en la que pagó su apartamento de lujo en Praga. Primero dijo que lo había pagado con su propio dinero y con una hipoteca, después aclaró que había obtenido el dinero de su tío.
Sin embargo, varios medios de comunicación checos informaron que ese tío había obtenido el dinero de un préstamo que recibió de un periodista que apenas conocía. El escándalo le costó el puesto. Con tan sólo 34 años, Stanislav Gross fue el primer ministro checo más joven de la historia del país.