Centenares de policías vigilarán Praga el 10 de noviembre
Centenares de policías estarán en alerta el próximo sábado para impedir eventuales enfrentamientos violentos entre ultraderechistas y antifascistas en las calles de Praga.
El alcalde mayor de Praga, Pavel Bém, cree que la peor eventualidad sería el intento de los neonazis de organizar una marcha ilegal por el barrio judío de Praga, posiblemente con participación de sus seguidores del exterior. En tal caso, el Ayuntamiento procederá a la disolución inmediata de la manifestación, según indicó Bém.
"El objetivo de la Alcaldía es asegurar un transcurso pacífico de todos los actos anunciados para el 10 de noviembre, adoptando medidas adecuadas. En caso de que sea necesario usar instrumentos de fuerza, los destacamentos de seguridad del Estado y del municipio están preparados a intervenir".
La Alcaldía de Praga prohibió repetidas veces a los extremistas de la asociación Jóvenes Demócratas Nacionales entrar en el barrio judío. Para el 10 de noviembre lo reservaron los integrantes de la Unión Liberal Judía. Los concejales también rehusaron la solicitud de los ultraderechistas de emprender ese día una marcha por otra parte de la ciudad, tomando el camino hacia Castillo de Praga o por la Calle de Carlos hacia la Plaza de la Ciudad Vieja. Los radicales se quejaron de esa decisión ante el tribunal, que debe resolver este jueves si les permite utilizar otro trayecto.
Los radicales de derecha afirman que quieren manifestarse contra la participación checa en la ocupación de Irak. A pesar de una ola de protestas del público, convocan a través de Internet a sus seguidores para participar en la manifestación. La Alcaldía de Praga intenta impedir la marcha desde hace varios meses, pero sus decisiones han sido canceladas en numerosas oportunidades por el Tribunal Municipal.