RCh anula contrato con Austria para suministro de carros blindados
El Gobierno de Mirek Topolánek rescindió un contrato con la empresa de armamentos austriaca Steyr, para el suministro de carros blindados Pandur a las Fuerzas Armadas checas.
Uno de los mayores convenios en la historia de las Fuerzas Armadas checas fracasó. El Gobierno anuló un contrato por unos 769 millones de euros suscrito con la empresa austriaca Steyr en junio de 2006. Éste suponía la compra de 199 carros blindados de transporte de tropas para las Fuerzas Armadas checas. La ministra de Defensa, Vlasta Parkanová, explicó que adoptaron esa medida porque el socio de Austria no cumplía los compromisos acordados.
“Los primeros diecisiete carros blindados debían haber sido suministrados antes de finales de noviembre de este año. No obstante, los coches no pasaron por los controles de calidad, siendo registrados en ellos varios defectos. La empresa austriaca informó que podía eliminar las fallas y presentar los carros a nuevas pruebas en marzo del próximo año. La fecha del cumplimiento del contrato se aplazaría así en unos seis meses, lo que no estamos dispuestos a aceptar”, dijo Parkanová.
La ministra acotó que considera correcta la decisión del Gobierno, aunque sea radical.“No estamos dispuestos a transigencias en un negocio como éste”, sostuvo Parkanová.
También el presidente del comité parlamentario para la defensa, Jan Vidím, señaló que apoya la anulación del contrato.
“Estoy convencido de que las Fuerzas Armadas checas no necesitan tantos carros blindados de transporte de tropas. Creo que más se necesitan otro tipo de vehículos y de técnica militar. Nuestro comité había criticado desde el comienzo ese negocio, así que estoy de acuerdo con la decisión del Gobierno de rescindir el contrato”, recalcó Vidím.
Las Fuerzas Armadas checas cuentan con vehículos OT-64 de transporte de tropas, considerados obsoletos. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Petr Nečas, quien durante largo tiempo se dedicó en el Parlamento a cuestiones de defensa, también considera que los modernos Pandur son demasiado grandes y que el Ejército checo necesita vehículos modernos, pero de menores dimensiones.
Por el momento se desconoce la reacción de la empresa de armamentos Steyr a la decisión de Praga, pero existe la posibilidad de que recurra a un arbitraje contra la República Checa.