Aumenta la inflación más de lo esperado
La República Checa registró el mes pasado un súbito aumento de la inflación que llegó al 5,4 por ciento. Se trata del mayor incremento en los últimos seis años.
Muchos comerciantes aprovecharon precisamente la atmósfera de las fiestas para aumentar sus precios y liquidar muchas mercancías almacenadas.
Los ciudadanos checos empiezan a poner el grito en el cielo, porque el precio de la harina aumentó en un 60 por ciento, el pan en un 30 por ciento, mientras que la leche y sus derivados en un 12 por ciento.
El precio de los productos aumenta por dos razones: por el aumento del IVA que responde a la reforma económica aplicada por el Gobierno y en segundo lugar el aumento del precio de los carburantes a nivel mundial.
La analista Markéta Šichtařová, de la compañia Next Finance, alerta ante el aumento de los precios de la energía que repercute en todas las esferas.
“La energía se ubicará en los primeros lugares en cuanto al incremento de precios se refiere, o sea la electricidad, el gas y el agua, que a su vez provocarán una reacción en cadena que significará el aumento de precios de muchos productos y servicios”.Los expertos aseguran que la inflación llegará a su punto máximo a finales de enero, cuando podría alcanzar el seis por ciento, pero que antes de terminar el año en curso podría empezar a descender y situarse en un 5,6 por ciento.
En su discurso de Año Nuevo el presidente de la República, Václav Klaus, dijo que el año 2007 había sido uno de los mejores de la historia del país, pero los pronósticos para este año parecen indicar que el aumento de precios de los productos básicos y de los servicios afectará a la mayoría de los ciudadanos checos.
Varios politólogos coinciden en que si bien cierto que la reforma económica aplicada por el Gobierno de Mirek Topolánek era indispensable, en las próximas elecciones el gubernamental Partido Cívico Democrático podría ser castigado por sus electores, que antes de votar mirarán el contenido de sus billeteras y el presupuesto familiar.