Václav Klaus ganó las elecciones presidenciales
Václav Klaus logró la reelección. En una ardua elección el mandatario checo se impuso ante el economista checo-estadounidense Jan Švejnar.
En sus primeras declaraciones tras conocer su victoria, Václav Klaus agradeció a los legisladores que votaron por él, alertó ante la necesidad de seguir adelante y se comprometió a ser el presidente de todos los checos.
“Quisiera resaltar que es necesario seguir adelante, terminadas ya las elecciones debemos mirar hacia adelante. La división del escenario político que vimos durante los comicios no puede frenar nuestro camino hacia adelante. Seré presidente de todos los ciudadanos checos“.
Los socialdemócratas acusan a los comunistas de haber facilitado el triunfo de Klaus, con una estrategia que no podía dar resultado, porque con el correr de los días cada vez pedían más concesiones a sus aliados electorales.
La frustrada nominación de la eurodiputada Jana Bobošíková dispersó los votos, y los comentaristas apuntan el sutil cambio de postura de la democracia cristiana que, si al principio estaba dividida, al final votó unida.
La elección presidencial enfrentó tanto a la oposición como a los partidos de la coalición gubernamental. Los gubernamentales Verdes rechazaron respaldar a Václav Klaus y los democristianos, también oficialistas, cambiaron de opinión a última hora. Fiel a Klaus permaneció, como era de esperar, el Partido Cívico Democrático, la mayor fuerza oficialista
Otro de los asuntos que marcó la elección presidencial fue que varios legisladores no votaron, porque sufrieron súbitos problemas de salud o inesperadamente cambiaron de bando como en el caso del diputado socialdemócrata Evžen Snítilý que votó contra corriente, al dar su voto a Klaus.La reelección de Václav Klaus representa la continuidad del estilo político de la República Checa de los últimos años de cara al exterior, lo que significa que el Castillo de Praga enviará señales de euroescepticismo y de menosprecio por los problemas del cambio climático.
No obstante, la gran lucha se desatará en el interior de la coalición gubernamental integrada por el Partido Cívico Democrático, el democristiano Partido Popular y el Partido de los Verdes, ya que la votación no fue unánime y las formaciones se cobrarán mutuamente responsabilidades políticas.
Los opositores, el Partido Socialdemócrata y los comunistas demostraron una vez más que no son una oposición coordinada.