Ruzyně, un aeropuerto en venta

0:00
/
0:00

El aeropuerto internacional de Praga, Ruzyně, está en venta. El Gobierno decidió que venderá el cien por ciento de las acciones al mejor postor.

La decisión del Ejecutivo de vender el aeropuerto internacional de Praga no ha topado con buenas repercusiones entre economistas, políticos y expertos en la materia.

El año pasado pasaron por el aeropuerto de Ruzyně doce millones de viajeros, lo que ubica a la terminal entre las más importantes de Europa Central, no obstante, el Gobierno del primer ministro, Mirek Topolánek, decidió venderlo. Más de sesenta empresas internacionales anunciaron que están interesadas en comprar el mayor aeropuerto checo.

El economista Jan Prochazka indicó que a nivel continental se trata de una de las grandes ofertas de los últimos tiempos.

“Sin duda es una de las mayores ofertas que los inversionistas europeos recibieron en los últimos tres años, por lo que no ha de extrañar el interés que despierta”, aseguró el economista.

Los primeros cálculos indican que el aeropuerto de Praga podría venderse por unos cuatro mil millones de euros.

El director general de la terminal internacional Praga, Ruzyně, Miroslav Dvořák, dijo a la Televisión checa que el precio actual no necesariamente pueda repetirse en el futuro.

Algunos economistas indican que la venta del total de las acciones no necesariamente sea lo mejor, ya que el Estado podría dejarse parte del paquete de acciones y venderlo en otro momento.

La venta del aeropuerto representa un reto para la seguridad nacional, porque una vez en manos privadas los responsables serán los nuevos propietarios y no el Estado, según adelantó el portavoz del Servicio de Seguridad Nacional, Jan Šubert.

“Durante la privatización de algunas empresas controlamos si realmente la oferta es real. Si realmente todo es transparente, tratamos de confirmar que tras la empresa interesada no se encuentra otra con intenciones diferentes”, explicó el portavoz.

Por su parte, el alcalde mayor de Praga, Pavel Bém, dijo que en caso de venderse el aeropuerto Ruzyně, la capital debería obtener también cierto provecho para que se le devuelvan inversiones anteriores relacionadas con la terminal aérea.

Entre las 60 empresas interesadas en comprar el mayor aeropuerto checo destacan compañías deAustria, Alemania, Italia y EE.UU., sin olvidar a inversionistas checos y eslovacos.