Las malas previsiones del FMI sorprenden a expertos checos
Las previsiones económicas del Fondo Monetario Internacional para la República Checa son peores de lo que nadie esperaba. La recesión en el país llegaría al 3,5 por ciento en 2009, según el organismo. Sin embargo, expertos checos creen en una recesión más moderada.
El mundo sufre su peor crisis económica desde el final de la Segunda Guerra Mundial, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y los pronósticos para la República Checa son cada vez más negativos. La previsión de un 3,5 por ciento de retroceso de la economía checa este año supera en más de dos puntos a la realizada recientemente por el mismo organismo. Visto de otra manera, la recesión sería casi tres veces más grave de lo estimado hace pocos meses.
La nueva predicción también contradice los análisis realizados por el Banco Nacional Checo y el Ministerio de Economía, que coincidían en situar la recesión en un dos por ciento.
Con semejante contraste, no es extraño que los expertos del país hayan reaccionado con cierto escepticismo a la nueva previsión, tal y como comenta el analista David Marek.
“Tengo que decir que este pronóstico como mínimo nos ha sorprendido. El FMI se guía por patrones propios que tiene asignados a la economía checa y por otros consultores que analizan la economía del país”.
Los temores del FMI se centran en el desarrollo del mercado inmobiliario en toda Europa Central. La caída de éste, en combinación con el aumento del riesgo en los países de la zona puede conllevar efectos negativos en la economía al dificultarse el acceso a créditos.
La situación podría complicarse más en el caso de países con desequilibrio en la balanza de pagos, un hecho que por tanto no afecta a la República Checa, como dicen los analistas.Eva Zamrazilová, miembro del consejo del Banco Nacional Checo, defiende la fiabilidad de las nuevas previsiones de recesión del dos por ciento, hechas por su organismo. Zamrazilová envía también un mensaje de tranquilidad a las familias checas.
“Pensamos que el consumo permanecerá estable y que eso conllevará un crecimiento moderado apoyado en precios bajos. La inflación no será un problema este año”.
Otro dato de cierto alivio, lo aportó junto con el resto de previsiones el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, que situó el final de la crisis a mediados del 2010, y la vuelta a las cifras más habituales para cada país para finales del mismo año.