Resumen de la Prensa Checa
En la revista de la prensa checa de este viernes les revelaremos cuál es la última pesadilla del Partido Cívico Democrático, quién falló a la hora de informar a la población sobre la posibilidad de inundaciones y por qué es incómodo viajar en verano en los trenes checos.
El alcalde mayor de Praga, Pavel Bém, enfrenta duras críticas de parte de sus colegas del Partido Cívico Democrático, escribe Lidové Noviny.
El motivo son sus estrechas relaciones con el empresario Roman Janoušek, acusado por las autoridades suizas de lavado de dinero. Faltan pocas semanas para las elecciones al Parlamento y los cívico-demócratas temen cualquier escándalo, indica el periódico.
“Es un asunto grave. De comprobarse la participación de Bém en prácticas ilegales significará un fracaso seguro en los comicios de octubre”, señaló el vicepresidente de la formación, Petr Nečas.
Otro miembro del Partido Cívico Democrático, el senador Jaroslav Kubera, sostuvo que los escándalos tienen más impacto sobre el electorado que la mejor y más costosa campaña electoral.
Y el presidente del Senado, Přemysl Sobotka, recomienda a Pavel Bém que en el futuro sea más cauteloso a la hora de escoger amigos.
Los ciudadanos checos no fueron advertidos a tiempo sobre el riesgo de las inundaciones, admiten las autoridades checas en el diario Hospodářské Noviny.
Según el presidente de la Comisión Anti-inundaciones, Ladislav Miko, en los momentos más críticos se colapsó el servidor meteorológico y los alcaldes de las zonas afectadas no recibieron a tiempo la información necesaria.
En un análisis entregado recientemente al Gobierno, la Comisión propone invertir más de un millón de euros en mejorar el sistema de comunicación entre los meteorólogos y los bomberos.
Prevenir siempre cuesta menos que curar, argumenta la Comisión. Las últimas inundaciones en el país causaron daños materiales por unos 195 millones de euros, añade Hospodářské Noviny.
El aire acondicionado en los trenes checos sigue siendo utopía, anuncia en portada Mladá Fronta Dnes. Mientras que en la vecina Austria, un 80 por ciento de los trenes dispone de esta ventaja, en la República Checa es un solo 10 por ciento, indica el rotativo.
En una encuesta realizada hace poco por la empresa Ferrocarriles Checos, el 86 por ciento de los pasajeros se pronunció a favor de equipar los trenes nacionales con aire acondicionado.A pesar de los resultados del sondeo, la compañía no planea cambio ninguno. Argumenta que la modernización de los vagones, que muchas veces tienen más de 30 años, sería demasiado costosa.
Continuando con el tema veraniego, todos los diarios publican imágenes de gente bañándose y tomando el sol. Y es que el jueves se ha registrado en el país el día más caluroso de este año.
En České Budějovice, Bohemia del Sur, la temperatura alcanzó por la tarde los 36,8 grados centígrados, la cifra más alta de los últimos 80 años en la República Checa, escribe Právo.