Se realizará campaña a favor del consumo de productos alimenticios nacionales
La Cámara checa de Alimentos busca mayor apoyo a productos nacionales, líder socialdemócrata viaja en tranvía para manifestar su respaldo a los empeños contra el cambio climático, la mayoría de los checos es contraria al empleo de extranjeros en el país. Estos son algunos de los temas tratados por la prensa checa este martes.
En vista de que Bruselas no permite que los alimentos sean presentados como producto checo, alemán o polaco por ejemplo, los agricultores ofrecerán los artículos alimenticios nacionales bajo la denominación de ‘especialidad regional’.
El proyecto cuenta con el apoyo de los órganos de administración regional. El gobernador de Moravia del Sur, Michal Hašek, recalcó el aporte ecológico de la campaña. Según Hašek, consumir los alimentos lo más cerca del lugar de su producción significa reducir los gastos en su transporte y, por ende, proteger el entorno, sostiene Hospodářské Noviny.
Lidové Noviny publica en portada una foto del líder socialdemócrata checo, Jiří Paroubek, durante un viaje en tranvía este lunes en Praga.Paroubek, quien participa en el congreso del Partido Socialista Europeo que se celebra en la capital checa, decidió cambiar excepcionalmente su lujoso coche por un tranvía, para manifestar con este gesto su apoyo a la lucha contra el cambio climático, escribe el periódico.
En el barrio Dejvice de Praga ha sido instalado un monumento al cardenal checo, Josef Beran, respetado por sus firmes posturas de rechazo a los regímenes totalitarios, informa Mladá Fronta Dnes.
El monumento fue realizado con motivo del 40 aniversario de la muerte del cardenal, que se cumple este año.Beran, quien fue sepultado en el Vaticano, experimentó las cárceles nazis y también las comunistas. Al ser expulsado por el régimen totalitario de Checoslovaquia, se radicó en la Santa Sede y participó activamente en las deliberaciones del Concilio Vaticano Segundo, recuerda el periódico.
Según un reciente estudio sociológico de la Academia de Ciencias, los checos son bastante intolerantes frente al empleo de extranjeros en el país, escribe Právo.
El matutino señala que los ciudadanos consideran a los inmigrantes como una carga para el Estado y un fenómeno negativo para toda la sociedad. El estudio reveló que sólo un 20 por ciento de los checos está a favor de que se emplee a extranjeros.Casi el 80 por ciento de los habitantes sostienen además que en las regiones con alto índice de desempleo sería conveniente darle preferencia a los ciudadanos checos y limitar el número de trabajadores extranjeros, indica Právo.