Jaroslav Olin Nejezchleba, el roquero del violoncello
Jaroslav Olin Nejezchleba, acaba de cumplir cincuenta años y desde hace 28 lleva a cuestas un violoncello. No es músico en una orquesta sinfónica ni en un trío de cuerdas, su violoncello alterna con las guitarras eléctricas y percusiones de conocidos grupos rock del país.
Desde hace mucho tiempo maduraba la idea de lanzar un disco. Las letras de dos de las principales canciones del disco recogieron polvo durante años en una de las gavetas de su mesa.
Fueron sus amigos los que le convencieron para que terminara las demás canciones y uniera las celebraciones de su 50 cumpleaños con el lanzamiento del disco.
Siendo niño, Jaroslav Olin Nejezchleba se vio cautivado por la música folclórica. Irrumpió en el mundo del espectáculo cantando en un grupo folclórico infantil en su Moravia natal.
No obstante, el gran cambio llegó cuando a su escuela llegó un maestro buscando niños con aptitudes musicales. Jaroslav fue uno de los escogidos, pero por aquella época en su ciudad se impartían únicamente clases de acordeón, piano, violín y violoncello.
Tras un breve concilio familiar, padre, madre e hijo convinieron en que el violoncello era el instrumento ideal para el futuro músico, y fue así como Jaroslav Olin Nejezchleba cargó por primera vez sobre sus espaldas un gran violoncello.Los posteriores estudios en el Conservatorio y su anterior inclinación por el folclor resultaron poco para el joven músico que andaba en busca de su identidad artística.
No siguió a sus compañeros del Conservatorio, se decidió por el rock y demostró que el violoncello, como él dice puede “comportarse de manera muy natural en una banda de rock”.
En los años 70 le aceptaron en el grupo Marsyas, dedicado al folk-rock, y vio así como su gran sueño de juventud se hacía realidad, ya que era un gran seguidor de la banda. Durante muchos años fue una especie de músico universal, además del violoncello, tocó el bajo, el violín, cantó y compuso para Marsyas.
Su estilo y virtuosidad fueron reconocidos por muchos músicos del país que le invitaban a sus conciertos como huésped.
Jaroslav Olin Nejezchleba tocó también en grupos como ETC, la mítica banda de Vladimír Mišik, en Blues Session y brilló con el grupo del cantante Ivan Hlas.
Jaroslav Olin Nejezchleba invitó a la grabación de su primer disco Caza Nocturna (Noční lov) a varios de sus amigos roqueros. Además de escribir las letras de las canciones y componer la música, deleita con su violoncello, también toca el violín, el contrabajo y canta, ofreciendo una fina muestra de su universalidad musical.