El esquí checo fracasa en Vancouver
Las esperanzas checas en esquí no han logrado conquistar la cuarta medalla para el país en los JJ.OO. de Vancouver. Mientras que el equipo de sprint de esquí nórdico terminó en sexto lugar, Tomáš Kraus quedó eliminado ya en los cuartos de final de skicross. La atención de la hinchada checa se centra ahora en los octavos de final del campeonato de hockey sobre hielo en donde los checos se enfrentarán a Letonia.
El dúo checo de esquiadores de fondo, Martin Koukal y Dušan Kožíšek, no logró subir al podio en el sprint por equipos al sufrir serios contratiempos en la prueba final, que pagaron con segundos decisivos en la meta. En la primera vuelta, Kožíšek quebró el bastón, y en la segunda se cayó. Su compañero después logró adelantar a tres competidores, pero no pudo alcanzar más que el sexto lugar.
Una vez terminada la prueba, Kožíšek lamentó haber traído mala suerte a su compañero.“Martin estará frustrado. Para mí el sexto lugar es mediocre, no estoy decepcionado ni me entusiasmo. Me alegro de haber logrado la sexta posición, pero por supuesto, pensaba en la medalla“, dijo.
En la prueba de sprint por equipos, Noruega se hizo con la medalla de oro, por encima de Alemania y Rusia.
También el esquiador alpino Tomáš Kraus, uno de los favoritos de skicross, pasó malos momentos en las pistas de Vancouver. El checo quedó eliminado ya en los cuartos de final de esta disciplina, que se estrenó en los Juegos Olímpicos.
“El primer tramo de la pista a unos 10 metros de la salida es muy empinado y hace falta descenderlo bien para bajarlo debidamente. Yo lo salté, caí en el fondo del hueco y perdí velocidad para subir la segunda cuesta. Quedé en cuarto lugar y tuve que procurar adelantar a los demás”, señaló.En esta eliminatoria, Kraus al final terminó en tercera posición, no logró pasar a las semifinales y en la clasificación absoluta ocupó la undécima posición. El suizo Michael Schmid se proclamó el primer campeón olímpico en skicross.
La selección de hockey sobre hielo checa se está preparando para los octavos de final en los que se enfrentará a Letonia. El partido se disputará en el estadio UBC Thunderbird Arena, lo que no hace ninguna gracia al seleccionador checo, Vladimír Růžička.
“¡Es una tragedia! Hasta ahora en las eliminatorias hemos jugado en una sala para 19.000 aficionados y en los octavos vamos a jugar en un estadio para apenas 5.000 fans, es una sala para niños. No lo entiendo”, indicó el entrenador.El encuentro empieza este miércoles a las 4.00 de la madrugada, hora centroeuropea. El ganador desafiará en los cuartos de final a Finlandia.