Otro cóctel molotov contra una vivienda gitana reaviva tensiones racistas
Un cóctel molotov fue lanzado contra la casa de una familia gitana en Bedřiška, un asentamiento de esta comunidad en Ostrava. La botella cayó dentro de la casa sin romperse. Las llamas pudieron ser apagadas en segundos, pero el miedo a que se repitan tristes episodios aún recientes mantienen un clima tenso y de temor entre los gitanos.
El primer ministro Jan Fischer condenó el ataque y lamentó que se produzcan hechos así en el país.
“Es un hecho inaceptable, estremecedor, una locura. Acciones de este tipo simplemente no tienen cabida en una sociedad normal”.
Mientras, en Ostrava la Policía se esfuerza por descubrir quién está detrás del ataque. Las primeras investigaciones parecen indicar que en esta ocasión no se trata de una banda organizada y, cada vez con más fuerza se piensa que el culpable puede pertenecer al mismo asentamiento, que no está habitado solo por gitanos. Esa postura también la consideran asociaciones locales que trabajan en pos de la integración de la comunidad gitana y declaran que confían en el trabajo del equipo de Policía destinado para este caso. Anulan de este modo la creación de las patrullas ciudadanas que velaran por la seguridad en la colonia que habían anunciado como consecuencia del nerviosismo tras el ataque.