Un robot enseña en Praga a operar el corazón a médicos europeos
Un centro de cardiología recién inaugurado en Praga es el primero en Europa en el que se utilizará un nuevo robot para aprender a operar arritmias cardiacas. Decenas de médicos de todo el continente ensayan con animales en Chequia la nueva técnica que permite intervenir sin utilizar el bisturí, el enfermo permanece consciente en todo momento y el tiempo de recuperación se reduce notablemente.
La fibrilación auricular es la arritmia cardiaca más frecuente, la más extendida en el mundo, y también una de las más complicadas de tratar. Con el envejecimiento generalizado de la población es además un problema que no deja de crecer. En Praga, decenas de cardiólogos checos y europeos aprenden a utilizar un nuevo robot que facilita la intervención. Los médicos dirigen un brazo que lleva un catéter hasta el corazón donde quema los tejidos sobrantes que provocan la arritmia mientras el corazón continúa latiendo.
En la precisión con el catéter está la clave de esta complicada operación, según explica Petr Neužil, del departamento de Cardiología del Hospital Na Homolce de Praga.
“Como estas estructuras son muy complejas es necesario que los médicos dominen a la perfección el manejo del catéter”.
El hospital Na Homolce, junto con el Instituto de Medicina Clínica y Experimental, más conocido como IKEM, son las dos instituciones responsables del nuevo centro de cardiología.
El robot, que cuesta 800.000 euros, además de permitir una forma más sencilla de operar la fibrilación auricular, es ya una herramienta en las facultades de medicina, según reconoce Tomáš Zima, decano de dicha facultad en la Universidad Carolina de Praga.“Para nosotros el robot cumple tanto la función educativa como la de investigación”.
En la República Checa se realizaron 4.000 intervenciones de este tipo el año pasado, pero ninguna con seres humanos. Eso será posible a partir de ahora en el centro de cardiología recién abierto. Todas las operaciones llevadas a cabo hasta ahora se realizaron sobre animales, de los que sería imposible prescindir en el desarrollo de esta técnica, como cuenta Josef Kautzner, jefe del Instituto de Medicina Clínica y Experimental.
“Para aprender a usar esta máquina hay que emplear animales. Solo así se puede aprender a trabajar dentro del corazón mientras éste late”.
Otomar Kittnar, responsable del Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Carolina de Praga, defiende el trato que se les está dando a estos animales en las prácticas.
“Los animales no sufren porque están completamente anestesiados desde el principio y se les suministran analgésicos. Es un trato mucho más humano que el que se les da en los mataderos, por ejemplo”.
Este sistema con animales no solo servirá para la formación de cardiólogos. Estudiantes de otras ramas médicas como la endocrinología y la cardiocirugía también podrán realizar sus prácticas aprovechando el nuevo centro abierto en Praga.