El primer ministro da una tregua a los sindicatos

Petr Nečas y Jaroslav Zavadil, foto: ČTK

La reforma del código laboral puede todavía sufrir algunos cambios y entrar en vigor más tarde de lo esperado. La reunión entre el primer ministro, Petr Nečas, y el presidente de la Confederación de Sindicatos, Jaroslav Zavadil, abre el diálogo entre el Gobierno y los trabajadores.

Petr Nečas,  foto: ČTK
La reforma del código laboral, acordada con la velocidad habitual de la colación de Gobierno, estaba lista para ser votada por la Cámara de Diputados en septiembre y ser aplicada el primer día de 2011.

Sin embargo, los plazos pueden ser finalmente otros. Con la amenaza de huelgas y manifestaciones como telón de fondo, el primer ministro, Petr Nečas, declaraba su buena disposición al diálogo tras reunirse con Jaroslav Zavadil, presidente de la Confederación de Sindicatos de Chequia.

“Mi prioridad son sobre todo las reuniones, para que profundicemos en ellas y no precipitarnos en aprobar los cambios. Pero en todo caso quiero que la reforma pueda entrar en vigor cuanto antes”.

Petr Nečas y Jaroslav Zavadil,  foto: ČTK
Zavadil por su parte celebró la postura de Nečas, e intentará llegar a un acuerdo con varios puntos que intranquilizan a los sindicatos. Entre ellos destacan la eliminación de la obligación de realizar el contrato a tiempo indeterminado tras dos temporales, o la mayor flexibilidad de la jornada laboral. Tampoco es bien recibido que la reforma contemple facilitar el despido a las empresas y la pérdida de derechos del trabajador cuando es él quien se marcha de un empleo por propia voluntad.

Para el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, sin embargo, se trata de medidas que tienen que ser aprobadas lo antes posible y que permitirán a las empresas crear nuevos puestos de empleo.

Zdeněk Škromach
Zdeněk Škromach, responsable del área de Trabajo y Asuntos Sociales del Partido Socialdemócrata, se muestra muy crítico con la reforma, que dice no entender.

“En vez de resolver los problemas de financiación, presupuesto y el equilibrio de las cuentas públicas, el Gobierno se esfuerza en empeorar aún más las condiciones de los trabajadores”.

Los sindicatos aseguran que el déficit de las finanzas públicas no se puede arreglar solamente a base de recortes. La reforma, según la aprobó el Gobierno, dicen los sindicatos, llevará a un ahogamiento de la economía, y con ello a la disminución del consumo y el aumento del desempleo.