“La educación checa necesita un tratamiento urgente”
Con motivo de la inauguración del nuevo año universitario, el ministro de Educación, Josef Dobeš, presentó este lunes en Pilsen el proyecto gubernamental para reformar la educación superior checa, que supone, entre otras cosas, una importante reducción del número de universidades en el país.
“La reforma de la educación superior es inevitable. Los principales problemas son la excesiva cantidad de institutos, previsiones negativas en cuanto al número de estudiantes universitarios en los próximos años y un sistema de financiación poco eficaz. La única manera para cambiar esta situación es ir reduciendo el número de las universidades”, sostuvo el ministro.
El Gobierno prepara para el próximo año una enmienda a la Ley de educación superior, que permitirá a los estudiantes de bajos recursos solicitar créditos con condiciones ventajosas para poder realizar sus estudios. Y es que uno de los cambios sustanciales que experimentará la educación checa dentro de pocos años será la introducción de tasas de estudio.
Otra reforma importante supondrá una mayor orientación a la calidad de la enseñanza. En el futuro, el apoyo estatal a las universidades públicas no sólo se regirá por el número de estudiantes, como ha sido hasta ahora, sino por la calidad de la enseñanza y los éxitos alcanzados por sus profesores y alumnos en el campo científico.
Todos estos factores, en combinación con la reducción del presupuesto para el sector educativo en los próximos años, llevarán necesariamente a la desaparición de algunas pequeñas universidades regionales, proceso deseable y totalmente natural, según Václav Hampl, rector de la Universidad Carolina de Praga, la más antigua y prestigiosa del país.
“Estoy a favor de diversificar la financiación de las Universidades según la calidad de enseñanza que ofrecen. Creo que es la única manera para salir de esta difícil situación”, subrayó Hampl.
El Gobierno quiere con la reforma mejorar el nivel de la enseñanza y también el de los ingresos de los profesores universitarios, que actualmente se sitúan muy por debajo de la media europea. Su objetivo a largo plazo es, además de las universidades normales, crear institutos prestigiosos que generarían las élites intelectuales del país.