Los neonazis checos, en decadencia
El movimiento neonazi en la República Checa se ha debilitado y no constituye en la actualidad ninguna amenaza. Esa es la conclusión de un informe del Servicio de Inteligencia y Seguridad de la República Checa hecho público esta semana.
Apenas organizan manifestaciones, mítines o conciertos, y cuando se reúnen, se trata más bien de pequeñas fiestas privadas con música white-power en el equipo de sonido. Los neonazis checos se encuentran en un momento de debilidad, según el Servicio de Inteligencia y Seguridad (BIS), temen la represión policial y prefieren acudir a los eventos ultraderechistas de Polonia y Hungría, que no están tan vigilados.
De acuerdo con el reporte de los servicios de inteligencia, la única gran acción de este año fue la marcha en apoyo del preso Vlastimil Pechanec, que tuvo lugar en julio en Svitavy. Los diferentes grupos de cabezas rapadas mantienen contacto casi exclusivamente a través de Internet y sus debates y controversias se centran en el futuro del movimiento.
La clave parece ser reformarse o morir. Una línea más innovadora apuesta, por ejemplo, por tomar la estética del hip-hop y los grafitis para poder ampliar el círculo de simpatizantes.Además de la acción policial, una de las explicaciones de la decadencia neonazi es el distanciamiento del Partido Obrero de la Justicia Social, que quiere presentarse en público como ultraderechista, pero en el marco de la legalidad. Sin él, los neonazis han perdido una importante base organizativa.
Al mismo tiempo, este lunes también se hizo público el veredicto sobre uno de los casos de neonazismo más seguidos de este año. El checocanadiense Vladimír Stwora ha sido absuelto del cargo de negación del Holocausto. En su página web publicó la traducción de un artículo en el que se ponía en duda el genocidio de judíos llevado a cabo por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Stwora asegura que solo quería despertar polémica.
“Yo no me atrevo a juzgar si es verdad o no. No soy historiador. No se trata de eso, sino de tener realmente el derecho a dudar. A poner en cuestión cualquier cosa”.El artículo publicado por Stwora, ‘El Holocausto y su variante de cuatro millones’, cuestiona la existencia de las cámaras de gas y la cifra real de muertos, pero según el Tribunal de Praga, no niega directamente que se haya producido genocidio. Aunque Stwora niega ser antisemita, en su página web se publican habitualmente las opiniones de miembros del ya disuelto partido obrero, de orientación neonazi. De hecho, la fiscalía ha declarado que recurrirá la sentencia.
En los tribunales se hallan también, de momento, ocho líderes de la extrema derecha checa, entre ellos el antiguo líder del Partido Obrero, Patrik Vondrák, y su ex pareja, Michaela Dupová. Ambos están acusados de propagar ideas contra los derechos humanos y se encuentran en prisión provisional.