“La reinserción checa a la democracia es digna de admiración”

Christian Jiménez

Como parte de sus vacaciones en Europa, el periodista dominicano Christian Jiménez ha hecho escala en Praga, atraído por su leyenda de ciudad mágica y su carácter fundamental para la historia contemporánea. Con él hablamos de la socier/praha/karluv_most/rekonstrukce/unor2009_2dad y medios de comunicación de ambos países.

Protagonista habitual del programa de actualidad política ‘Hoy Mismo’ y comentarista en otros espacios de radio y televisión, Christian Jiménez es actualmente una de las mayores figuras del periodismo dominicano. Esta semana su viaje por el Viejo Continente le ha llevado a conocer en persona la República Checa, y en concreto Praga, ciudad por la que se sentía especialmente atraído gracias, en gran parte, a una canción, como nos cuenta.

El Puente de Carlos
“Un disco que tiene Joaquín Sabina, que se llama Praga en honor a la ciudad, hermosísimo, y eso me llevó a ir al Puente de Carlos, y a conocer el río y, bueno, me entusiasmó mucho. Fue una de las últimas motivaciones para venir a Praga, pero sobre todo su historia. Es un país que hay que conocer, más allá de Kafka, y más allá del 68”.

Y es que aunque la República Checa es un país pequeño y relativamente poco importante visto desde el otro lado del Atlántico, el gran interés que despierta la información internacional en la República Dominicana hace que no sea ni mucho menos un lugar desconocido.

La experiencia checa ha sido en muchos casos un lugar en el que verse reflejado para el pueblo dominicano, como explica Jiménez.

1968
“Por habitante es quizás una de las naciones de mayor cantidad de televisoras y radioemisoras. Y de periódicos. Quizás estemos hasta sobreinformados. Los periódicos dan mucha importancia a la situación internacional y Praga siempre ha estado uno interesado desde la ocupación soviética en el 68 o el fin del comunismo en Checoslovaquia. Luego la división en República Checa y Eslovaquia, uno sigue el proceso y le interesa y le preocupa, porque nosotros somos una isla que está dividida en una parte francesa, que es Haití, y República Dominicana, española. Somos muy diferentes. Y uno cuando se producen estos fenómenos siempre está pendiente y los examina para comprender el problema propio, ver las diferentes experiencias y ver hacia dónde pueden conducir”.

Otro punto de interés es la transición de un estado autoritario hacia la democracia, situación que ambos países han vivido, aunque en diferentes épocas y contextos. A Jiménez le llama la atención sobre todo la celeridad de los cambios en la República Checa.

Christian Jiménez,  foto: Carlos Ferrer
“Aquí ha sido rápida, con una asimilación impresionante. Y una reinserción al mundo democrático realmente digna de admiración. A nosotros nos ha costado mucho. Nosotros terminamos una tiranía en 1961. Y luego a tratar de reencontrarnos, de encaminarnos a la democracia. Ha sido un camino difícil y tortuoso, y aún cargamos con algunos remanentes de esa mentalidad dictatorial, y también con la mentalidad de los pueblos cuando son sometidos”.

Y puestos a comparar, al hablar de su campo, los medios de comunicación, Jiménez destaca ante todo la fuerte implicación del dominicano en comparación con la audiencia centroeuropea.

“La gente está muy politizada allá, quizá por la gran cantidad de medios. La gente participa mucho. Yo no veo aquí tanta interacción del ciudadano con los medios de comunicación. Allí la gente está muy pendiente, en la radio la gente llama, discute, a veces ente que no sabe nada de nada, pero participa y opina, y lo que le preocupa lo dice. Y también utiliza Internet y los sistemas de redes sociales para participar”.

Aún así, esa mayor movilización ciudadana choca en muchos casos con la falta de transparencia de los gobernantes. Es decir, existe una base social fuerte pero que todavía choca con las viejas estructuras. Jiménez ve en su país cierto atraso que espera pueda llegar a superarse algún día.

“En España la gente reclama, hay una gran conciencia social en lo referente a las responsabilidades de los gobernantes. Se cuidan mucho más. Allá nosotros reclamamos pero a veces no hay ese nivel institucional que en España a alguien le pagaron unos trajes, una chaqueta, una ropa, y puede perder el puesto. Allá es diferente. Como dice un amigo, nosotros estamos viviendo en algunas cosas nuestra edad media. En comunicaciones estamos en el nivel más alto, pero en otros asuntos vivimos los retrasos y la asimetría que tiene América Latina”.

Después de Gran Bretaña, España y ahora la República Checa, Christian Jiménez continuará su periplo europeo por Italia. De seguro que a su vuelta traerá consigo un importante acerbo de experiencias que compartir con su audiencia.