Lanzan coctel molotov contra vivienda de familia gitana
Lanzan coctel molotov contra vivienda de familia gitana; arzobispo pide al alcalde de Praga que retire su apoyo al desfile del orgullo gay; calma en Londres después de cuatro noches de violencia.
El diario Lidové Noviny informa en primera plana sobre lo ocurrido. A eso de las 11 de la noche Romana Blahová miraba la televisión cuando escuchó un golpe en la habitación contigua, allí dormía su novio y dos niños.
Un coctel molotov lanzado desde la calle rompió un cristal y se hizo trizas en el piso cerca de la cama donde dormía un bebé. El hombre que pernoctaba en la habitación trató de apagar el fuego, pero sufrió quemaduras de segundo grado en los pies.
En la casa de dos plantas viven 11 personas. El cuñado de la señora Blahová y su hermana lograron apagar el fuego que acabó con la cama del bebé, juguetes y dañó las paredes y el piso.
Los habitantes de la localidad condenan el acto de violencia. La familia gitana vive en el lugar desde hace 20 años y los vecinos aseguran que se trata de gente cordial y amistosa, por lo que les sorprende que alguien haya atentado contra sus vidas.
La Policía ha iniciado investigaciones y el culpable puede ser condenado a hasta 12 años de prisión. Por el momento se desconoce si se trató de un ataque por motivos raciales, subraya Lidové Noviny.
El diario Právo, que dispone del texto de la carta, destaca que el máximo representante de la Iglesias católica en Chequia escribe que la actividad no trata el problema del derecho a la tolerancia de una minoría, que más bien se trata de una actividad para “propagar un estilo de vida desenfrenado, que no es responsable, ni digno, ni bonito”.
El jerarca católico sostiene que semejantes actividades no representan aporte alguno y que son perjudiciales porque socavan los valores de la familia como pilar de la sociedad, informa Právo.
El periódico Mladá Fronta Dnes se refiere a los debates surgidos en Gran Bretaña sobre el perfil psicológico de los saqueadores y alborotadores, principales protagonistas de la violencia en Gran Bretaña.
El diario se refiere, por ejemplo, a un comentario de la agencia de noticias Reuters que asegura que ninguno de los testigos directos es capaz de definir con una palabra de qué tipo de personas se trata.
Entre los saqueadores hay niños, hombres, mujeres, blancos y negros. Las edades oscilan entre los nueve y los 50 años. El único denominador común parece ser la pobreza y la miseria, indica el rotativo.
La idea surgió como una necesidad para combatir a los grupos del crimen organizado de países de la antigua Unión Soviética, los países balcánicos y Vietnam. Además de dominar los respectivos idiomas y dialectos, los nuevos agentes de policía conocen la mentalidad de sus compatriotas.
El Ministerio del Interior dispone de dos años para elaborar un detallado programa sobre sus planes para combatir a las bandas criminales procedentes de otros países, informa Právo.
