Cuatro jóvenes son acusados de intentar quemar una vivienda gitana
La Policía detuvo este martes a los presuntos autores de un atentado racista que pudo incendiar la vivienda de una familia gitana mientras ésta se encontraba dentro de ella en la madrugada del lunes. Facebook ha delatado la ideología extremista de varios de los jóvenes.
Solo un día después la Policía anunciaba la detención de cuatro sospechosos que han sido puestos a disposición judicial. Soña Budská, portavoz de la Policía de Bohemia Central, enumera los cargos a los que se enfrentan.
“Se ha comprobado que existió la motivación racista y han sido inculpados de un delito de intento de daños graves a la salud en forma de coautoría”.
Los criminalistas comprobaron que el grupo de cuatro jóvenes, de entre 20 y 25 años, recorrió el pueblo esa noche gritando consignas racistas, antes de que uno de ellos, acompañado por el resto, atentara contra la vivienda.En la red social Facebook, no han tardado en encontrarse opiniones de los acusados que incitan a la violencia contra gitanos y extranjeros. Uno de los cuatro detenidos vive además justo enfrente de la casa que quisieron incendiar.
La sensación entre los habitantes de Býchory es de incredulidad y coinciden sus vecinos en señalar que se trata de jóvenes normales en apariencia. Sin embargo, la madre de la familia víctima del ataque, asegura que hace tres meses ya fue agredida por uno de los inculpados. No le gustaba que su hijo pasara con la bicicleta por delante de su vivienda, asegura.
“Me decía que lo iba a atropellar con el auto, porque por un niño gitano, no iría a la cárcel. Luego me dirigió varias expresiones vulgares y cuando me estaba yendo me tiró al suelo por la espalda y me dio dos puñetazos”.La Policía ha pedido el ingreso en prisión preventiva de los detenidos. De no obtenerlo, el Estado ofrecería protección a la familia. Pero ésta tiene miedo. Alojados con sus dos hijos en casa de unos amigos lejos de Býchory, no quieren volver a su pueblo.
En los últimos años se han repetido varios ataques incendiarios contra viviendas de gitanos. El más conocido fue el que a punto estuvo de costarle la vida a una niña de dos años, además de herir a otros dos familiares. Los culpables fueron sentenciados en el pasado marzo a penas de entre 20 y 22 años de prisión.