Cocineros checos contribuyen a la lucha contra la hambruna en Sudáfrica

El Museo Nacional de Praga se puede visitar a través de Internet; la ciudad de Jičín se convierte en la sede de los cuentos de hadas; cocineros checos ayudan a combatir la hambruna en Sudáfrica. Estos son algunos de los temas publicados por la prensa checa este martes.

El Museo Nacional de Praga
El Museo Nacional de Praga se puede visitar por medio de Internet, señala Mladá Fronta Dnes. El diario informa sobre el surgimiento de un nuevo portal que brinda la posibilidad de conocer las colecciones del museo estando sentado cómodamente en casa.

De momento es posible apreciar de esta manera unos 12.000 objetos instalados en el museo, que fueron digitalizados hasta el presente. El portal puede ser aprovechado también por otros museos locales.



Esta nueva página permite a los interesados recorrer los interiores de la histórica sede del museo situada en la Plaza Venceslao que hace unos meses fue cerrada al público. El inmueble es sometido actualmente a una amplia reconstrucción.

El Museo Nacional prepara también un portal que de manera divertida acercará las colecciones históricas a los niños y otro que servirá para informar sobre el avance de la reconstrucción del Museo Nacional y sobre las nuevas tecnologías que se utilizan en los museos.


Právo informa que a partir de este miércoles, la ciudad de Jičín se transformará en la sede de los cuentos de hadas.

En la ciudad se inicia el tradicional festival multicultural dedicado a los niños y durante el cual los menores tendrán la llave simbólica de Jičín.

Este año, el tema central de la actividad será el baile en los cuentos. Los participantes podrán asistir a proyecciones de cuentos de hadas y conciertos y participar en competencias deportivas y talleres artísticos.

Según Právo, el festival goza de gran popularidad tanto entre los niños como entre los adultos. Las ediciones anteriores fueron visitadas por más de 70.000 personas.


El mismo periódico sostiene que tres jefes de cocina checos tomaron parte en Sudáfrica en el proyecto caritativo internacional ‘Camino contra la hambruna 2011’.

Durante las pasadas dos semanas los cocineros checos prepararon decenas de comidas típicas nacionales, así como platos internacionales en hoteles, centros administrativos y restaurantes de ciudades sudafricanas. También asistieron a seminarios dedicados a la alimentación.

La actividad, en la que participaron unos 250 cocineros de 40 países, ayudó a recaudar fondos que serán utilizadas para ayudar a los niños huérfanos y a menores que sufren de hambruna en la República Sudafricana, escribe Právo.


Los jóvenes checos no hablan otros idiomas, escribe el diario Hospodářské Noviny. Los empresarios se quejan de que después de terminar los estudios de secundaria, los jóvenes que no continúan estudios universitarios hablan únicamente checo.

En los currículos escriben que hablan inglés, español o alemán, pero casi ninguno pasa la correspondiente prueba, ya que sus conocimientos son mínimos. El portavoz de la Cámara de Comercio, Petr Kropáček, sostiene que los egresados de las academias de Economía dominan, por ejemplo, la gramática, pero que son incapaces de mantener una conversación en otro idioma.

Muchas empresas internacionales afincadas en el país dedicadas, por ejemplo a ramas técnicas, exigen que los operarios se desenvuelvan en inglés o alemán.

Resulta que en la mayoría de los casos los ingenieros responsables no son checos y los manuales están en inglés, español o alemán. Los empresarios piden a las escuelas que además de ofrecer profundos conocimientos técnicos a sus alumnos, resulta indispensable que aprendan idiomas para poder competir exitosamente en el mercado laboral.